Por: Prensa USO
Viernes 16 de Agosto 2013.
Como “el control político y militar del
área lo tiene Pacific Rubiales; y es una empresa que tiene un odio
visceral contra el movimiento sindical”, la USO decidió trasladar una
comisión permanente a Puerto Gaitán.
Fredy Pulecio, dirigente de la Unión
Sindical Obrera, explicó en que consiste esta estrategia. “Desde el año
2011, hemos estado pendiente a los conflictos laborales y sociales que
se presentan en Puerto Gaitán, por un completo desconocimiento de los
derechos laborales y humanos. Así mismo, por las acciones contra el
medio ambiente en el área de operaciones de Pacific Rubiales en el
departamento del Meta”, indicó.
Cada vez que hay una visita de la organización sindical a los campos de producción, la multinacional Pacific mantiene un “control militar muy férreo” y pone “cantidad de impedimentos” a las revisiones. Tal situación, “termina desnaturalizando la relación entre un sindicato y una empresa”. En consecuencia, la decisión de la USO ha sido quedarse sobre terreno en la vereda Rubiales; “allí vamos a comenzar a instalar el núcleo de lo que sería la futura USO”.
Para ello, cuenta con el acompañamiento de sindicatos internacionales de Canadá, Inglaterra, Irlanda, Bélgica y Estados Unidos. El 1º de septiembre instalará la carpa. La medida la toman porque han notado que en el ir y venir, las comisiones corren más riesgo que estando el área.
Aunque saben que su estancia en la zona también les representa un peligro. “Si Pacific llega a cometer algún error por la agresividad que maneja, lo tendrá que pagar porque no estamos solos; hay numerosos sindicatos internacionales pendientes. Nosotros vamos con la disponibilidad de dialogar y abrir camino, pero necesitamos que ellos tengan en cuenta que es una relación natural, protegida por la Constitución Nacional, de los trabajadores sindicalizados con una empresa”.
“Si la USO es capaz de mantener relaciones con más de 20 empresas petroleras en el país, con Pacific también lo haremos”, afirma Pulecio y pone el ejemplo de CB&I en Cartagena, la cual se negaba tajantemente a escuchar a la USO, pero la presión de los mismos trabajadores la tiene hoy sentada en una mesa de negociación.
