Semanario VOZ 23 de Agosto 2013
Reunión realizada ayer en el despacho de secretario de interior. Foto Nelosi
Una nueva comisión de sindicalistas y derechos humanos se reunió ayer
con distintas autoridades del orden departamental con el fin de
denunciar una vez más los atropellos de que vienen siendo objeto los
campesinos que participan del paro nacional agropecuario y popular en el
departamento del Tolima y a su vez, exigir las mínimas garantías para
la protesta consagradas en la constitución nacional.
El encuentro se realizó en el despacho del secretario departamental
del interior, doctor Rodrigo Páez Olaya y participaron entre otras
autoridades el comandante de la policía metropolitana de la ciudad de
Ibagué, el procurador regional, el defensor regional del pueblo, el
alcalde del municipio de Coyaima y el presidente del concejo municipal
de esta localidad.
El comandante de policía dijo que según inteligencia el paro de los
campesinos estaba infiltrado por la guerrilla y que por orden de ésta,
los campesinos pretendían bloquear la vía a la altura del corregimiento
de Coello, sobre la vía hacia la línea. Por su parte, el secretario del
interior al referirse a un incidente presentado en el corregimiento de
Castilla, municipio de Coyaima, en el cual fue incinerado un vehículo,
500 metros de distancia donde estaban los campesinos, según versión del
alcalde de esta localidad, Jesús Moncaleano Sánchez, dijo que “el paro
está infiltrado, porque un campesino no quema un carro, ni hace una
bomba”.
El mandatario municipal señaló preocupado la violencia con que el
gobierno viene enfrentando la protesta de los labriegos. Según el doctor
Moncaleano Sánchez, el primer día de paro, o sea, el martes 20 de
agosto el saldo es de cuatro campesinos heridos, tres menores
intoxicados y cuatro policías con algunas contusiones; al día siguiente,
19 campesinos heridos y cuatro menores intoxicados y hoy (ayer) se
presentó otro menor intoxicado.
Los niños del corregimiento de Castilla no pueden entrar a la escuela
a estudiar por cuanto la confrontación se viene desarrollando en el
área, los policías Esmad se están metiendo al interior del barrio y
disparan gas lacrimógeno y balas de aturdimiento a diestra y siniestra,
expuso el mandatario coyaimuno. “Las mamitas están saliendo de sus
casas, hay heridos por esquirlas, hay personas quemadas con botellas de
gasolina, se han roto vidrios de las casas”, subrayó el burgomaestre.
El presidente del concejo municipal señala que la comunidad tiene
mucho miedo, que la gente tiene sus negocios cerrados y que la policía
Esmad se ha metido a las casas, les ha quitado las maletas a los
campesinos, algunos alimentos. Un niño de diez meses y otro de tres años
fueron heridos siendo remitidos al hospital local donde fueron
atendidos.
Se denunció una vez más la inmovilización de que fue objeto los
campesinos el 20 de agosto, su impedimento para que participaran en la
marcha programada en la ciudad de Ibagué, lo seguimientos de
desconocidos en moto y al parecer armados en el municipio del Líbano
contra algunos líderes populares y campesinos. La permanencia de la
policía al interior del hospital local “Reina Sofía de España” en
Lérida, la reacción violenta de los agentes contra periodista de la
Veterana del Líbano cuando en ejercicio de sus actividades tomaba fotos
sobre el particular. También se denunció que antier en la vereda La
Alegría del municipio del Fresno, 70 unidades policiales se tomaron la
escuela, a pesar de que a esa hora los estudiantes recibían clase.
La comisión sindical y de Derechos Humanos, exigió de las autoridades
civiles, militares y policiales el respeto por los derechos humanos, el
derecho que tienen los campesinos de protestar y las garantías mínimas a
que tienen derecho. En ese sentido, el doctor Rodrigo Páez Olaya, se
comprometió a informar al gobernador Luis Carlos Delgado Peñón de todo
cuanto se denunció en este encuentro y a colocar sus oficios para
garantizar en la mayor brevedad posible a estos campesinos, cerca de 2
mil, agua, sanitarios portátiles y brigada de salud. Se le exigió al
funcionario sus buenos oficios para solicitarle al presidente de la
república que se siente a escuchar las sentidas necesidades de los
campesinos y los trabajadores de la salud.