PacoCol. Miércoles 17 Abril 2013
(Testimonio de vida del camarada José Miguel Neira)
“Pueblo que me vio nacer”
El municipio de Valle de San Juan se encuentra ubicado sobre la gran vertiente oriental de la cordillera Central, exactamente en la región nor – occidental del departamento de Dulima o Tolima, el gran país de la nieve.
Limita con los municipios de Rovira, San Luis y Ortega. Antes de llegar los
avaros españoles con la espada y el crucifijo a arrasar la cultura y las
costumbres de los nativos en este paraje, existía en este bello y ubérrimo
sitio un poblado indígena Panche, llamado Itaima al parecer fundado en 1.702,
durante la presidencia de la Real Audiencia de Santafé de Bogotá de Don Diego
de Córdoba y Lasso de la Vega.
Conocedores los ibéricos de la inmensa riqueza aurífera en la zona
invadieron el caserío y tomaron posesión del poblado acudiendo a los más
diversos ardides.
Como se trataba de domesticar a los residentes para los españoles poder
fácilmente quitarle sus riquezas, en 1729 construyeron el templo católico,
siendo el primer cura Juan de Herrera.
El 7 de agosto de 1884, mediante la ley número 42, fue elevado a la
categoría de Distrito. En 1860 durante las escabrosas guerras civiles esta
población fue incinerada, perdiendo su categoría de Distrito mediante decreto
No 650 de octubre 13 de 1887, decreto que fue derogado por el No 70 de 1889.
Se encuentra localizado a 48 kilómetros de Ibagué. Tiene un área total de
198 kilómetros cuadrados. Su actividad principal son la ganadería y la
agricultura, destacándose el cultivo del maíz. Su altitud promedio son 600
metros sobre el nivel del mar y su temperatura 25 grados centígrados. Su nombre
se debe a la belleza del Valle y a la fiesta tradicional de San Juan Bautista.
El municipio fue fundado el 24 de junio de 1702.
En este bello territorio tolimense nació el camarada José Miguel Neira, el
7 de julio de 1933, siendo sus padres: Miguel Vega Torres y María Elena Neira.
Una familia humilde, noble y trabajadora.
Su vida es de lucha, de duras vicisitudes y limitaciones económicas. En
medio de la tempestad borrascosa de la violencia, el analfabetismo político, la
teocracia avasallante, José Miguel Neira, descubre el Partido Comunista,
estudia su programa y se une a la causa revolucionaria.
Su relato se constituye en una verdadera página histórica de singular valor
para las presentes y futuras generaciones. Es un relato directo, crudo y sin
ambages. Un relato ciertamente apasionante:
“Infancia Pobre”
“Mi infancia fue relativamente muy pobre. Nosotros nacimos en el Valle de
San Juan y después por necesidad nos tocó trasladarnos al municipio de Líbano,
Tolima. Yo vivía con mi padre y un hermano que se llama Leonardo Neira. Él se
encuentra en la actualidad en Bogotá”.
“Los estudios míos solo fueron primero y segundo. Allá conocí el primer
avión que pasó por Colombia. Todo el mundo salió a ver ese aparato por allá si
la memoria no me falla en 1940”.
“De este municipio nos trasladamos a Ibagué y nos ubicamos en la calle 21
con carrera tercera. Hasta allí llegaron los camaradas: Pedro Ignacio Villamarín
y Pedro J. Abella, dirigentes prestantes del Partido Comunista”.
“Mi padre era secretario del sindicato de los Sastres de Ibagué, con el
camarada Marcos Díaz. Con el tiempo nombraron a mi padre tesorero y más tarde,
resultó siendo el tesorero del Partido Comunista en Ibagué”.
“Con los escasos años de estudio, me dediqué a trabajar por mi cuenta:
Cargar maletas en el campo, vender prensa y actividades fortuitas que se iban
dando para uno de pobre”.
“En esa época no se comía bien, mucha gente moría de hambre, a pesar de la
abundancia de comida pura que había por todas partes, porque la gente no sabía
comer. Nosotros nos comíamos una gallina cada año para los 24 de diciembre.
Costaba 15 centavos. Pero para conseguir esta suma de dinero era duro y
complicado”.
“Hoy con el progreso de la tecnología, pues, come gallina todo mundo y
todos los días. Son épocas en las que la gente comía mal, la gente moría de 30
y 40 años. Hoy en día con la revolución tecnológica la gente llega hasta los 70
y 75 años”.
“Me entusiasmaba la música”
Me entusiasmaba la música y haciendo un esfuerzo personal aprendí a tocar
acordeón en 1948, cuando se invadió el barrio Alaska en Ibagué por parte de los
Comunistas. Hoy en día nadie sabe quien fundó ese barrio. Porque el barrio
“Pedro Ignacio Villamarín” le había puesto por nombre “Volgogrado” en honor a
la II guerra mundial y el triunfo de los Soviéticos”.
“Pero a los dos días, era la época de Laureano Gómez, apareció el barrio
llamándose Alaska. Así quedó bautizado este barrio levantado por los
Comunistas”.
“Hoy día no quedan con vida fundadores. Tampoco los que habitan saben la
historia de ese barrio. El Partido está en mora de rescatar esa memoria para
que los habitantes actuales sepan el origen de la lucha de los Comunistas por
la vivienda en Ibagué”.
“Claro, este barrio no fue el único que tuvo el rótulo de los Comunistas.
Vino después el barrio 7 de agosto y siete barrios más. La gente de hoy no sabe
cómo fue la lucha para su fundación. Barrios como la Gaitania, Pedro Ignacio
Villamarín, el Yunque, El Restrepo, Yuldaima, etc.”.
“Volviendo al caso de la música. Yo comencé con una dulzaina, después con
unas botellas que colgaba como marimba. Nadie me enseñó. Uno de joven es
inquieto. Al fin compré un acordeón y armamos un conjunto. Salíamos a tocar a
cuanta fiesta nos invitaban. Muchas veces no nos invitaban, nosotros nos
aparecíamos y decíamos: ¿Es acá la fiesta? Todo lo hacíamos por meternos y
tocar. La dicha de nosotros era tocar. Era más o menos la década de 1950”.
“Después vinieron los festivales que organizaba el Partido. Con mi grupo
tocaba en ellos gratuitamente. Eran vallenatos y aires musicales decembrinos
como la “víspera de año nuevo”. Era la música que se oía antiguamente con tanto
entusiasmo”.
“Al calor de la música y las relaciones públicas que esta actividad genera,
reclutamos al camarada Evelio Villarreal, amante también de la música”.
“Ese acordeón lo vendí por 500 pesos, nos había costado 200. Se lo vendí a
Jorge Martínez, porque le habían robado su acordeón. Cuando eso yo trabaja en
el club de tejo “Los Bohemios”. Un buen día llegó allá “llorando” que le habían
robado el acordeón y se lo vendí en esa suma de dinero. Hoy vale más de uno,
dos, tres y cuatro millón de pesos”.
“Posteriormente compré otro y todavía lo conservo, el cual tiene ocho
bajos, no tengo compañero para tocar y por eso lo tengo “arrumado” en la casa”.
“El primer conjunto musical se llamaba: “Neira y sus muchachos”. Tocábamos
en emisoras, fuimos a Girardot, Cundinamarca. No me acuerdo de sus integrantes.
Algunos de ellos ya murieron. El único que queda con vida es el camarada Evelio
Villarreal. Estuvimos tocando hasta en la región de Viotá, Armero, etc. Era el
conjunto del Partido”.
“Como estábamos jóvenes tocábamos hasta el amanecer y no cobrábamos. Le
dedicábamos toda esa actividad artística al Partido”.
“Repito: Nadie me enseñó a tocar acordeón. Yo aprendía a través de una
dulzaina. Con ella comencé a ensayar con mucha constancia y dedicación en los
ratos libres hasta que aprendí. Somos autodidactas”.
“La música es una actividad muy buena porque hace uno muchas amistades,
relaciones humanas e integración. Yo me la pasaba en eso”.
“Llego al Partido a través de mi padre”
“Bueno, llego al Partido a través de mi padre. Mi padre, como le dije, era
tesorero del Partido y necesitaban un vendedor del “Diario Popular”. Mi papá me
propuso y me contrataron. Todos los días, a las tres de la tarde, esperaba el
tren. Creo que llegaban cincuenta o cien números y mi tarea era distribuirlos”.
“Eso con el tiempo se acabó. Mi padre compró una máquina de escribir y yo
aprendí junto con mis tres hermanos a escribir en esa máquina. En dos meses
aprendimos. Nos vendaban los ojos. Eso fue ya que aprendimos”.
“Por esos días, llegó el camarada Álvaro Vázquez del Real, que era
inspector de trabajo, creo que en 1945. Recuerdo porque en EL Tiempo salió la
bomba atómica. Yo estaba no de escribiente sino de mandadero. Me pagaban cinco
pesos mensuales”.
“Antes, la oficina del Partido Comunista quedaba en la calle 18 con carrera
tercera. Era Leonidas Castañeda, el dirigente dirigente. Yo trabajé allá como
tres o cuatro meses de mandadero y me dieron $10,oo pesos y cuando llegué a la
casa me di cuenta que los había botado. Me puse muy triste y aburrido”.
“Yo aprovechaba la distribución del “Diario Popular” para leerlo. También
me gustaba el dibujo, la caricatura. Hacíamos brigadas para su difusión, sobre
todo cuando aparece el semanario VOZ de la Democracia. Yo pintaba las
caricaturas del maestro Calarcá e incluso, de otros caricaturistas. Las
ampliaba y las colocaba en una esquina de la calle pública. De esta manera,
vendíamos 40 y hasta 60 números”.
“Poníamos las caricaturas en las paredes con el camarada Juan Vélez, que ya
murió; había comenzado a pintar. Nadie me enseñó. También fui autodidacta. Toda
esa actividad también se la he dedicado al Partido. Incluso, en los últimos
festivales regionales de VOZ La verdad del pueblo, hemos hecho exposición de
caricaturas pintadas por mí, de todos los periódicos del país, no solamente del
periódico Comunista”.
“Sobre quién realmente me recluta para el Partido no podría decirlo, aunque
dije atrás que había sido mi padre. Yo resulté en el Partido. Cuando vivíamos
en Alaska yo vivía con el camarada Pedro Ignacio Villamarín. Parecía su hijo.
Hasta para ir a visitar su concubina tenía que acompañarlo, pero también íbamos
a jugar tejo y todo eso. Bueno, resulté nombrado como secretario de agitación y
propaganda. Yo era el que recibía y distribuía el periódico cada ocho días”.
“A estudiar a la Unión Soviética”
“En 1963 me enviaron a estudiar a la Unión Soviética. Me tocó dejar tres
hijas solas con su mamá, mientras cumplía con la actividad formativa. Más
tarde, en 1975, volví a hacer otro curso con el camarada Calarcá. Estuvimos los
dos, como tres o seis meses, no recuerdo bien. Era haciendo un curso de
propaganda y dibujo. Vine con la idea en esa época de hacer las letras grandes.
Me puse a hacer avisos del Partido con ese tipo de letras”.
“Al mes, había un pintor del político Alberto Santofimio Botero, y me calcó
la propaganda que eran de cuatro metros la letra y se veía de varias cuadras.
Fue una iniciativa que traje de la Unión Soviética y me la calcó la burguesía
liberal – conservadora. Esa idea la puse en práctica en la campaña del
compañero Julio Cesar Pernía, cuando la Unión Nacional de Oposición, UNO”.
“La complejidad de la Unidad”
“El tema de la unidad es muy compleja. Ha habido muchos desacuerdos y ha
sido una lucha difícil. Hemos pedido al comité central que nos mande algún
funcionario y muchos han salido siendo verdaderos “gusanos, gusaneras”. Hemos
sido de malas. Han mandado como tres y los tres se han “podrido”.
“Eso ha debilitado muchas veces al Partido. La desunión es mortal. Cuando
estábamos en la Unión Soviética casi me expulsan del Partido en Ibagué, con el
compañero Montenegro. Regresamos cuando estaba el compañero Lelio Rodríguez. Se
encuentra enfermo en Bogotá”.
“Me iban a expulsar por las divergencias que habían. Yo no tenía nada que
ver, estaba en la Unión Soviética no tenía muy claro las razones. Iban a
expulsar un camarada que ya murió y cuyo nombre no recuerdo, pero eso a la
final se arregló”.
“Había diferencias en los métodos de lucha del Partido. Eso, ¿Por qué? Pues
por falta de estudio de los documentos del Partido. Sin el debido estudio
muchos compañeros van asumiendo una postura liberal y salen de la línea del
Partido”.
“¿Por qué sucede esto? Porque los compañeros muchas veces leen muy poco. Se
contentan con leer únicamente a VOZ La verdad del pueblo y muchas veces a
medias y creen que con eso es suficiente. Desconocen que los procesos avanzan y
nuevos conocimientos aparecen, los cuales hay que asimilar para entender el
momento y proyectar el futuro”.
“La aciaga violencia en Colombia”
“Uno de los periodos más aciagos de la historia de Colombia fue la
violencia de 1948, cuando el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán. Mi padre murió
cuando estaba Salomón Tovar, el empresario de “huevos vigor”, Álvaro Vásquez
del Real, Pedro Ignacio Villamarín. Era una conferencia y la represión los
cogió a todos en 1951, si no estoy mal, y los tuvieron 15 días a la intemperie.
Mi padre al salir de esa, a los ocho días, murió porque él era asmático”.
“Me dolió esa situación, pero no aflojé, seguí con los camaradas en la
lucha, especialmente con el camarada Pedro Ignacio Villamarín. Era una
situación dura, porque cuando no estaba preso, los militares me andaban
buscando, porque manteníamos haciendo consignas, pegando propaganda y por esas
razones, cada nada lo metía a uno a la cárcel. Además, por la lucha por la
vivienda. Siempre participamos activamente en las diversas invasiones a pesar
de la dura represión”.
“Cómo no recordar el Yunque en el barrio Departamental hoy, lo mismo el
José Antonio Galán y tantos otros barrios donde estuvimos en primera línea
luchando por la vivienda”.
“La última vez que llegué la Unión Soviética en 1964, me pusieron policía
en toda la cuadra con el cuento que había llegado el dirigente de la Unión
Soviética. Crearon todo un ambiente de pánico y zozobra, porque dizque había
traído armamento sofisticado de Rusia. Toda una patraña para aislarme del
pueblo y justificar lo injustificable”.
“Finalmente, me detuvieron. Yo trabajaba. Cercaron la oficina como 200
policías y ejército, me llevaron y me tuvieron casi un año en la cárcel con mi
hermano y otros dirigentes que ya murieron. Fuera de otras. Creo que seis o
siete más. Todo por la lucha revolucionaria”.
“Nos veía el sistema como auxiliador de la guerrilla”
“Me persiguieron no tanto por difundir el semanario VOZ La verdad del
pueblo, sino porque nos veían como auxiliadores de las guerrillas. Por
supuesto, nosotros no teníamos nada que ver con la guerrilla. Nuestra lucha era
política y abierta. Por eso nos buscaba la represión y cada rato teníamos que
escondernos, lo mismo que pasaba en Bogotá con el camarada Gilberto Vieira,
sobre todo cuando la era Carlos Lleras Restrepo. Esa era la lucha: Unas veces
escondido y en otras trabajando, pero jamás sin perder la moral revolucionaria
y la certeza de un Socialismo Humanista, Democrático y Científico”.
“Hoy en día, pienso, que la lucha es más difícil incluso, que en la época
del monstruo Laureano Gómez”.
“En lo crudo de la violencia estuvimos en Viotá, Cundinamarca. Allí, conocí
al camarada Juan de la Cruz Varela. Hay que decir que en la ciudad de Ibagué no
ha sido tan golpeada por la violencia como en otras regiones. De alguna manera
hemos sorteado las dificultades y las amenazas manteniendo en alto las banderas
del Partido Comunista”.
“Claro, uno sufre mucho por la persecución que han sido víctimas otros
compañeros y los que han matado. El recuerdo latente de esos grandes luchadores
del Partido lo conserva uno en la memoria y eso le da honda indignación y ganas
de seguir batallando”.
“No recuerdo a los compañeros que hicieron parte de mi célula. Hace mucho
tiempo. Estamos hablando de 60 años atrás. Uno es como un carro viejo: Todos
los días aparece un “gallo” nuevo, entonces mantiene uno es en urgencias casi
todos los días”.
“A pesar de los achaques late en nuestro corazón la idea de hacer Partido”
“Que nos duele un brazo, que nos duele una pata, que nos duele la barriga.
Sin embargo, con todos esos achaques todavía late en nuestro corazón y en
nuestra conciencia la necesidad de hacer Partido y de luchar por el Socialismo.
Es como una necesidad inclaudicable”.
“Hacemos lo que podemos. Estamos en una célula, la “célula moderna” que
tenemos en Ibagué y que es un ancianato completo. Eso es de 81 años para
arriba. El compañero Marcos Díaz que hace poco falleció era el mayorcito y
tenía 95 años”.
“No me arrepiento un ápice de ser Comunista”
“A pesar de ese azaroso recorrido de lucha revolucionaria, que tuvo
ciertamente momentos de alegría, porque no todo es tragedia, no me arrepiento
ni un ápice de ser Comunista, porque a través del Partido nos hemos
fortalecido, educado, formado. Nosotros no tuvimos la oportunidad de estudiar
en el colegio o en la universidad. Nos hemos capacitado gracias a las escuelas
permanentes del Partido. Uno puede enfrentarse a cualquier abogado, cualquier
tipo y lo puede “aplanchar” políticamente. Esa gente es ignorante. No sabe
nada. Sabe solamente lo que dice la televisión y la gran prensa de la
burguesía, y allí no dice nada a favor del pueblo. La televisión es un
mercadeo, es basura simplemente para idiotizar”.
“Es muy complicado que el pueblo colombiano se capacite. Sobre todo que sea
crítico y analítico. Estos medios masivos son para adormecer, embrutecer. Esa
es la realidad. No sería erróneo decir que ayer era la religión el opio del
pueblo, hoy son los medios de comunicación masivos”.
“El pueblo vive bajo el embrujo de la televisión”
“El pueblo vive bajo el gran embrujo de la televisión, los medios de
incomunicación, los púlpitos e incluso, lo que se enseña en escuelas y
colegios, entonces le resulta al pueblo muy complicado unirse para reclamar sus
derechos. El pueblo vive engañado. Así, la lucha es difícil, pero no imposible.
Mientras el pueblo no se eduque políticamente el camino se hace largo y
escabroso”.
“Me parece que el Comunista debe tener ciertas características. La
principal ser buen lector. Un compañero que no lee está atrasado. Con el
material que tiene el Partido se puede formar un cuadro excelente. Pero para
ello hay que leer las obras de Carlos Marx, Federico Engels, V.I. Lenin, son
los clásicos primordiales. Después, leer los documentos que presenta el Comité
Central. Ese es el camino para entender la lucha y enamorarse de ella”.
“El Partido es el “motor” impulsivo”
“La misión principal de los Comunistas a través de toda su historia, son
tomar el poder y construir el Socialismo. El Partido es el “motor impulsivo”,
el organizador de las masas. Si no hubiera Partido, tendríamos miles de años
para hacerlo, pero tenemos un Partido, no solamente nacional sino
Internacional. Y repito: Es el “motor” que debe impulsar un gran frente
nacional para tomar el Poder. Esa es la lucha del momento, al lado de la paz y
los diálogos de la Habana (Cuba) y la defensa del medio ambiente”.
“La crisis del sindicalismo”
“Hay que decirlo con franqueza: Todavía el capitalismo es poderoso. De tal
manera que para hacer lo que he planteado, el capitalismo utiliza la violencia
para descabezar a los principales dirigentes. Él sabe que la serpiente se mata
por la cabeza. Eso lo tiene claro. Eso demora y prolonga más la lucha
revolucionaria. Mire: Tenemos tres centrales obreras que prácticamente están al
servicio del gran capital. Muchos directivos hacen parte de la “gusanera” del
gran capital”.
“Con todo, hay que tener en cuenta el papel de la lucha sindical. Hoy el
sindicalismo pasa por una terrible crisis. Los sindicalistas consecuentes con
su clase social vienen siendo asesinados, estigmatizados y cooptados por un
capitalismo bárbaro e inescrupuloso. Los sindicatos de clase están
desapareciendo en Colombia. Eso retarda el triunfo Socialista. Repito: Lo
retarda”.
“La Marcha Patriótica: La gran esperanza del momento”
“La Marcha Patriótica, que es la que está sacando la cara en el momento con
seriedad, impulsada por las masas populares, campesinas, indígenas y sindicales
y por supuesto el Partido Comunista. El Polo Democrático Alternativo se volvió
una “gusanera”, ya no se puede contar realmente. Son procesos complejos y duros
pero vamos para adelante. No podemos aflojar. Tarde o temprano triunfará la
clase obrera en Colombia. Eso lo dice la historia y la historia es sabia. Vimos
la revolución rusa. Cayó – me parece – porque los líderes se aburguesaron, se
durmieron en los laureles. En pocas palabras eso fue lo que ocurrió. No leían
los materiales que publicaba el Partido Comunista. Hasta el comité central se
aburguesó. Vino la “gusanera”, el gran capital y los tumbó sin tirar un tiro.
Son experiencias que hay que tener en cuenta cuando estemos en el poder”.
“Con la desintegración de la Unión Soviética y la caída del muro de Berlín,
se dijo que el Socialismo había perdido vigencia. Qué embuste. El comandante
Hugo Chávez reivindicó con fuerza el Socialismo siglo XXI. Sigue vigente y será
producto de la revolución para más adelante dar paso al Comunismo. Vuelvo y
digo: La historia no miente”.
“El Comunismo se demora todavía mucho tiempo. Tenemos que estabilizarnos en
el Socialismo. Tenemos que tener nuestra maquinara y nuestras fábricas para
tener un verdadero Socialismo, un desarrollo, pero éstas fábricas y maquinarias
deben estar en poder del pueblo y no de particulares como ocurre en el
capitalismo. Todo es un proceso. Miremos cómo en Venezuela todavía no se puede
hablar de un Socialismo pleno. Todavía el capitalismo es fuerte. Lo importante
es que el proceso avanza”.
“Para ser claro debo decir que en Rusia no se llegó al Comunismo, estuvimos
muy cerca al Socialismo. Esa etapa es importante, como es importante la etapa
democrática y la búsqueda de la paz. En ese período estamos mediante los
diálogos de la Habana (Cuba) entre le presidente Santos y las FARC – EP, etapa
que tenemos que apoyar decididamente con las más diversas iniciativas. Hacer
que el pueblo en su diversidad se sienta reflejado en este proceso. Esa es la tarea
prioritaria de los Comunistas hoy”.
“¿Cómo construir el Socialismo en Colombia?”
“Me pregunto, ¿Cómo construir el Socialismo en Colombia? Me respondo:
llegando la clase obrera al poder. ¿Cómo vamos a edificar un piso sin tener el
lote? Se trata de ir edificando el Socialismo poco a poco, organizando las
masas. Si las masas no leen, no estudian, resulta muy complejo avanzar. Hay que
tener en cuenta que en el largo recorrido mucha gente se “pudre”, pierde su
horizonte, se cansa o simplemente traiciona el proceso. Eso también enseña la
historia”.
“El caso del Polo Democrático Alternativo: Fue un movimiento que comenzó
fuerte y con muchas esperanzas. Eso asustó a la burguesía y comenzó todo un
trabajo sucio para desintegrarlo. Estigmatizó, encarceló, amenazó de muerte,
otros fueron cooptados y otros se entregaron como mansas palomas al
establecimiento. Los pocos que quedaron en la dirección nacional fueron tan
estúpidos y mediocres de expulsar al Partido Comunista. La derecha tomó
posesión de esa dirigencia cobarde y anti dialéctica”.
“Queda claro que esos dirigentes eran liberales oportunistas, no eran
Comunistas, eran “liberaluchos” de pacotilla, que no les importaba nada tirar
por la borda semejante esfuerzo nacional de unidad de la izquierda colombiana”.
“El momento actual me parece maravilloso de todas manera para la izquierda.
El surgimiento de la Marcha Patriótica, el Congreso de los Pueblos, La Minga
Indígena, etc indica que la izquierda con todos sus matices avanza y avanza con
paso firme. Claro, este desarrollo en Colombia tiene sintonía con los procesos
que se vienen dando en Europa y América Latina”.
“Hacía muchos años no se veía – por ejemplo – la movilización
multitudinaria de los Estudiantes. El año pasado lo vimos en varias partes del
mundo. En Chile y en la misma Colombia. Eso resulta emocionante, compañero. En
esas condiciones hay un gran reto: Preparar cuadros para orientar esos
procesos, para orientar las masas sedientas de cambio. En cualquier momento
puede estallar la revolución y preguntemos: ¿Tenemos cuadros bien formados
política, ética e intelectualmente para reemplazar a los hijos de la
oligarquía? Hay que estar “moscas”, compañero, porque los procesos avanzan. La
perspectiva revolucionaria es fuerte, no hay que perder las esperanzas”.
“El sector fuerte del momento es el campesinado”
“La Marcha Patriótica, reemplazo del Polo Democrático Alternativo, va para
adelante. En la actualidad el sector fuerte en Colombia es el campesinado. El
problema de la tierra es latente. El 70 por ciento de la tierra esta en manos
de muy pocos terratenientes. Las mejores tierras que tenían los campesinos
fueron despojados de ella violentamente a través del paramilitarismo y el
militarismo recalcitrante. El campesinado, insisto, es el motor revolucionario
del momento, porque la clase obrera está muy poca, muy desorganizada y muy
golpeado por el establecimiento”.
“Ahora, ¿Cuál debe ser el papel que debe jugar el Partido Comunista en la
Marcha Patriótica? El Partido Comunista impulsó la Marcha Patriótica con
decisión y sin duda de ninguna naturaleza al lado de otras corrientes políticas
y pensamientos críticos. Debe permanecer allí ayudando, orientando, apoyando y
dinamizando procesos. No se puede marginar un solo milímetro. En todo ese
proceso el Partido Comunista es también “motor”.
“La guerra como negocio para la burguesía)
“Se vienen sucediendo cosas interesantes. Miremos – por ejemplo – los
diálogos entre el Gobierno Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia, FARC. Tuvieron que pasar más de 20 años para que se presentara
nuevamente una ocasión de esta envergadura. Sea porque avance o sea porque no
avance, de todas maneras, el diálogo es muy importante”.
“Hay cosas para analizar con cuidado: El gobierno hace el diálogo, pero él
mismo es el primero en torpedearlo, con el fin de aparentar ante la comunidad
internacional que quiere el diálogo, pero a su lado están la “gusanera”, los
paramilitares y muchos militares incentivando la guerra, la violencia, casi que
como negocio”.
“El capitalismo no le gusta la paz. Es un negocio para él la guerra. Vende
armas, hay ayuda internacional de los Estados Unidos, etc. Y Claro, los hijos
de los ricos no van al frente de batalla. Estoy seguro que si no hubiera
guerrilla la burguesía se hubiera inventado otra cosa para “justificar” la
maldita guerra”.
“Antiguamente el malo del paseo era el Partido Comunista, hoy – según el
gobierno – son las guerrillas. ¿Por qué? Porque la guerrilla, caso de las FARC
son muy políticas y van por la toma del poder. Por eso se dice: “Ejército del
Pueblo”. Es posible que los diálogos de la Habana (Cuba) lleguen a buen
destino. Hay que ser optimistas y meterle pueblo a la discusión. La paz es
problema de todos”.
“El gobierno reprime al pueblo para que no exija sus derechos”
“La situación de orden público en estos momentos es caótica. El gobierno
pretende reprimir al pueblo al extremo para que no exija sus derechos. Diríase
que pretende calmar el hambre del pueblo a punta de bala y represión. Mire
usted como está el centro de la ciudad de Ibagué. Toda llena de carretillas y
de personas en busca del medio sustento diario. Y el gobierno en vez de
desarrollar planes para salir de esa situación, la única respuesta es la
represión. Hoy vive el país una dictadura disfrazada de democracia. Todos los
días el gobierno invierte dinero solo en fortalecer las fuerzas armadas. El
pueblo se encuentra jodido. La única solución posible para el pueblo consiste
en desarrollar esta fórmula: Estudiar, leer, unirse, organizarse y actuar”.
“Los pueblos se vienen levantando hoy”
“Es importante los procesos que se vienen dando en América Latina. Hace 30
años estuve en la Unión Soviética; hicimos la primera escala en la república de
Haití. No nos dejaron bajar del avión ni en Venezuela, que era una dictadura,
ni en Haití. Eso era pavoroso allá. Era una represión y sumisión total. Hoy en
día se vienen levantando los pueblos en diversas partes del mundo. En estos
momentos vemos a la república bolivariana de Venezuela, Bolivia, Ecuador,
Argentina, Nicaragua, Cuba, Brasil, etc. Hay un proceso fuerte anti
imperialista en América Latina que debemos admirar y ayudar a profundizar.
Venezuela es el país líder en estos momentos. Hay buenas perspectivas y eso
ayuda a Colombia en la lucha revolucionaria”.
“Cuando venía de regreso de la Unión Soviética hicimos escala en Cuba y
duramos cinco horas. Tuvimos la oportunidad de conversar con varios cubanos y
nos decían que vivían bien, que no pagaban salud, educación, todo es gratis,
gracias al comandante Fidel Castro. No tenemos violencia. El pueblo se está
educando. Estamos produciendo cosas. Hoy sucede lo mismo en Venezuela, ya la
educación es prácticamente gratuita, lo mismo la salud, los arriendos son más
baratos y hay fuentes de trabajo. Allí, hay miles de colombianos y colombianas.
Pero la mala propaganda, la mala leche, como se dice, tergiversa y presenta el
proceso como algo malo para el pueblo y la democracia. Hay que decir: Los
pueblos que se han logrado independizar del yugo de los Estados Unidos hoy
tienen mejor vida”.
“¿Qué es ser
Comunista?”
“¿Qué es ser Comunista? Ser Comunista es ser libre, autónomo, humano y
solidario con sus semejantes. Ser ejemplo. Amar la ciencia y luchar por el
cambio. Tener perspectiva y jamás resignarse a vivir en la miseria y bajo el
yugo de la explotación. Es entender que otro sistema es posible y diferente al
capitalista”.
“Breve mensaje a la juventud”
“Bueno, ya para terminar este reportaje contado rápidamente, me gustaría
dirigir un breve mensaje a la juventud, especialmente a la Juventud Comunista,
JUCO: Diría que siendo estudiantes de carreras profesionales, se preocupen
también por ser profesionales de la revolución colombiana, a partir del estudio
detallado de las obras de Carlos Marx, Lenin, Federico Engels. Esos grandes que
nos mostraron el camino de la ciencia y de la libertad y la justicia social.
Ese es el camino de la revolución. Al lado de la lectura crítica, debe aflorar
también la acción, porque el marxismo – leninismo es teoría y práctica. Lean
los documentos del comité central, los documentos que publican las direcciones
intermedias. Son ustedes el futuro, los que habrán de tomar el poder. Nosotros
estamos de vuelta. La lectura del semanario VOZ La verdad del pueblo debe ser
permanente. El único periódico revolucionario que hay en Colombia, a mi
parecer”.