Corresponsal del Semanario VOZ en Bruselas Bélgica
Colaborador de la Agencia Bolivariana de Prensa-ABP-
(texto y fotos Présiga)
Bruselas-Bélgica-: Convocados
por la Plataforma Europea Por la Paz, Marcha Patriótica , Congreso de Los
Pueblos, INTAL América Latina, Partido
Comunista Colombiano en Bélgica, ARLAC, Grupo Colombia, Partido Comunista de
Chile-Bélgica, Comité Por la Revolución Ciudadana-Ecuador, Taller Popular de
Comunicación Simón Bolívar-Ecuador, Colectivo Rodriguista-Bélgica, Asbl El
Andino.
Un numeroso grupo de Colombianos y Colombianas, así como un gran número de Ciudadanos de otros Países
de América Latina, de Bélgica y otros países de Europa, se congregaron hoy en la place de la monnaie, en
Bruselas-Bélgica-Para expresar su apoyo
a las conversaciones que en la Habana-Cuba- llevan a cabo las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia, FARC-EP- y el Gobierno Colombiano, y para pedirles
a las partes que no se levanten de la mesa hasta no lograr un acuerdo
definitivo que ponga fin a más de 5
décadas de sangriento conflicto político, social, y armado en Colombia.
Los manifestantes
expresaron con fuerza y convicción el clamor, la esperanza, y su decisión de
movilizarse y luchar por una Salida Política al conflicto político, social y
armado para construir una PAZ CON
JUSTICIA SOCIAL.
Entre las organizaciones
y asistentes se podían encontrar las más diversas posiciones ideológicas y
políticas, pero también era notoria y destacada la presencia de numerosas
personas que no se sentían representadas políticamente, ni expresaban alguna
creencia política, pero que estaban allí para expresar su profundo anhelo de Paz
y de Justicia Social en Colombia.
En el acto estuvo
presente la participación destacada de la música folclórica colombiana, esta vez
representada en el vallenato.
En este evento fue leído por Augusto Murillo, defensor de derechos humanos y de los inmigrantes colombianos, un documento
elaborado por las organizaciones convocantes que en sus apartes más
importantes, dice lo siguiente: El 9 de Abril de 1.948 era asesinado en Bogotá
el abogado y líder político, Jorge Eliecer Gaitán.
El 7 de Febrero por una
convocatoria de su propia iniciativa, se realizó “Una marcha del Silencio”, en
protesta por los crímenes de estado contra la oposición, con la participación
de más de 100.000 personas que han llegado de diferentes rincones de Colombia,
marchando en silencio para expresar su profundo dolor por las violaciones de
las garantías políticas y sociales. Su muerte divide en dos la historia
contemporánea de Colombia y desencadena una ola de protestas que fue reprimida brutalmente. La
impunidad, la guerra sucia, y la exclusión social y política se han reforzado en el país.
Esta violencia da lugar a
la organización de núcleos de resistencia, que ulteriormente se han convertido
en grupos guerrilleros que luchan por el poder con las armas, dando lugar a la
escalada del conflicto armado que hoy se observa en Colombia.
Sin contar la brutalidad
y las secuelas de la denominada “violencia” de los años 50, el drama del
conflicto está reflejado por más de
60.000 muertos que no son el resultado de enfrentamientos armados, sino
más bien, muertos en masacres, crímenes atroces y ejecuciones extrajudiciales,
más de 20.000 desaparecidos, decenas de fosas comunes y 5 millones de
desplazados internos. A esto es necesario agregar el hecho de que más de 4
millones de colombianos vivan en el extranjero. Los daños sociales y económicos
son evidentes: una alta concentración de la tierra y la alteración del uso del
suelo, de la economía y de la cultura colombiana.
La solución política del conflicto
social y armado se convierte en una necesidad de primer orden para la sociedad
colombiana. En ese sentido tienen en este momento lugar las conversaciones
entre el gobierno Colombiano y la Guerrilla de las FARC-EP. Alrededor de esta
expectativa de poner término al conflicto, numerosas organizaciones sociales se
movilizan en Colombia para sostener estas negociaciones de Paz.
En Europa, centenares de
colombianos, de organizaciones sociales, de amigos de la paz, y de los
demócratas, expresamos nuestro deseo que las conversaciones se refuercen, se
agranden, se extiendan, pero también que se abra un espacio en ellas para la
voz de las víctimas, de las organizaciones campesinas, de los indígenas, de los
afro-descendientes, de los estudiantes, de los obreros, y de los millares de
colombiano que tuvimos que salir del
país por razones político-económicas.