Por: Estado Mayor del Bloque Occidental Comandante Alfonso Cano
"Ya se ha hecho costumbre inveterada de
los altos mandos militares y policiales, ante su incapacidad o
complicidad para poner fin al fenómeno del narcotráfico, salir a
declarar sin mayor fundamento y ninguna prueba que todo rustico chongo,
cargamento de coca, base de coca o marihuana pertenece a las FARC EP".
Rechazamos
enfática y categóricamente tales acusaciones sin fundamento del
comandante de la policía. Se trata de una estrategia orientada a socavar
el prestigio de nuestra organización revolucionaria, y de erosionar
nuestro carácter político ante una comunidad internacional que observa
nuestra consolidación y crecimiento. El estigma del “narcoterrorismo”
como caballito de batalla mediático, fue inventado para beneficio de
quienes se oponen a que en Colombia haya cambios democráticos.
Ahora,
cuando se abre de nuevo una puerta para la solución política y el
diálogo, los enemigos de la paz y sus medios de comunicación vuelven a
enfilar sus baterías contra las FARC EP, tratándonos ahora ya no como un
simple actor, sino como narcotraficantes directos.
Ni los
cargamentos son nuestros, ni somos narcotraficantes. El hecho de que en
el Valle, Chocó, Cauca y Nariño prevalezcan los cultivos de uso ilícito
es debido a la existencia de un orden agrario injusto que lleva a la
miseria a millones de campesinos, indígenas y afro descendientes que
ante el abandono oficial y el incumplimiento de todas las promesas
gubernamentales no tienen otra opción que la de cultivar coca, marihuana
y amapola.
Lo que silencia la Policía y los medios de
comunicación ante estos artificios mediáticos, es el cómo es posible que
cargamentos tan grandes de droga, supuestamente provenientes del norte
del Cauca, puedan atravesar sin problema el masivo y tupido cordón
militar y policial que cubre esta región, en donde se encuentra ubicada
toda una Fuerza de Tarea Conjunta (la infame ” Fuerza de Tarea Apolo ”
del general Jerez), y un Comando Conjunto de las Fuerzas Militares con
más de 32.000 efectivos en la zona.
Lo que se oculta es la
directa connivencia de los mandos del Ejército y la policía con los
carteles del narcotráfico. De otra manera, no se explica cómo es posible
sacar toneladas de marihuana de Corinto, o de pasta base de Caloto,
superando multitud de retenes, perros amaestrados y otras medidas de
control. Sobre esto, ni una palabra de los medios de comunicación ni de
sus “analistas de opinión”.
Llamamos a los periodistas a que
frente a la cuestión de los cultivos de uso ilícito en el suroccidente
colombiano, actúan con sindéresis y buena fe, y no se vendan a la
facilidad de la versión oficial de los hechos que presentan las fuerzas
militares.
ESTADO MAYOR DEL BLOQUE OCCIDENTAL COMANDANTE ALFONSO CANO,