Por: Kristian Herbolzheimer
Sabado 25 de Mayo 2013.
Análisis de la labor que miembros de la Comisión de Paz de la Cámara hicieron en Europa
Este viernes terminaron las
Mesas de Paz en Europa. A lo largo de seis intensos días una delegación
de cinco miembros de la Comisión de Paz de la Cámara de Representantes
ha visitado las ciudades de Londres, Bruselas, París y Barcelona. El
objetivo principal ha sido invitar a la población colombiana en el
exterior a dialogar y articular propuestas sobre el proceso de paz.
Legitimar la paz
Legitimar la paz
En
agosto del año pasado el Gobierno nacional y las Farc expresaron en el
Acuerdo general para la terminación del conflicto que “la construcción
de paz es un asunto de la sociedad en su conjunto que requiere de la
participación de todos, sin distinción”.
Efectivamente, la
participación ciudadana es una condición imprescindible para cubrir de
legitimidad las deliberaciones y las decisiones que se toman en una mesa
de negociación. Al fin y al cabo, las negociaciones de paz son casi por
definición elitistas, machistas y antidemocráticas, porque reúnen a un
grupo reducido de personas, mayoritariamente varones, para tomar
decisiones que afectan al conjunto de la sociedad.
La
experiencia demuestra que sin un amplio sentimiento de apropiación y
compromiso por parte de todos los actores sociales, económicos y
políticos, los acuerdos de paz no se pueden implementar. Por eso la
invitación del Gobierno y las Farc a la participación es tan importante.
Mecanismos de participación
Al
mismo tiempo no deja de ser un gran reto llevar a la práctica esta
invitación a la participación. Las partes han propuesto varios
mecanismos, de los que destacan los Foros Temáticos, organizados por la
Universidad Nacional y Naciones Unidas, y la posibilidad de que toda
persona, en todo momento, envíe propuestas directamente a la Habana (vía
internet o vía correo postal).
Estas dos opciones son
importantes pero insuficientes. Por eso ha tenido tan buena acogida la
iniciativa de las Comisiones de Paz de Cámara y Senado de realizar Mesas
Regionales a lo largo y ancho del país. Una primera ronda tuvo lugar en
el mes de noviembre; y en este mes de mayo ha iniciado una segunda
tanda, con un enfoque sobre el eje temático de víctimas.
Inspiradas
en las Mesas Regionales, el pasado mes de enero varias ONG europeas
propusieron al Congreso realizar diálogos parecidos en Europa. La
ciudadanía colombiana en el exterior se ha sentido históricamente
marginada del debate político en Colombia y es importante que los
millones de colombianos emigrantes –mucho de ellos exiliados- sientan
que el país los tiene en cuenta en la construcción de un futuro
incluyente.
Nació así la idea de las Mesas Europeas de Paz,
que ahora se han hecho realidad. Una iniciativa que en sí misma es un
indicador del ambiente de paz que van propiciando las negociaciones en
la Habana. Hace sólo un año un evento de estas características habría
sido impensable, debido a la polarización y la desconfianza política
entre actores sociales e institucionales. Ahora, convocadas por un
objetivo común, el Congreso y la sociedad civil, con el apoyo
metodológico de Naciones Unidas, han logrado propiciar espacios de
diálogo en cuatro ciudades europeas. Todo ello informando a los países
garantes, Cuba y Noruega, y en colaboración con las cancillerías del
Reino Unido y España, las instituciones de la Unión Europea, y las
embajadas y consulados de Colombia en Londres, Bruselas, París y
Barcelona.
La financiación de toda la iniciativa corría a cargo íntegramente de las organizaciones convocantes.
Participación abierta y plural
A
las Mesas Europeas fueron convocadas toda persona colombiana residente
en Europa preocupada y comprometida por el futuro de su país,
independientemente de su ideología, y de su simpatía, escepticismo o
crítica con las negociaciones de paz.
Algunas organizaciones
aportaron propuestas que habían elaborado previamente, convocando a
debates en varias ciudades con semanas de antelación a las Mesas
Europeas. Destacaron las organizaciones de personas exiliadas, y las
propuestas de la comunidad emigrante en sentido más amplio.
Pero
la mayoría de las propuestas fueron el fruto del diálogo directo en las
Mesas, donde coincidieron personas sin ningún vínculo previo,
representativas de la diversidad de imaginarios y perspectivas políticas
del país.
Valoraciones positivas
En total se presentaron unas doscientas propuestas, la inmensa mayoría aprobadas por consenso. Casi todas se refieren a los seis puntos de la agenda de negociación en La Habana. Una vez compiladas, las organizaciones convocantes en Europa harán llegar todas las relatorías e informes a las Comisiones de Paz del Congreso y a Naciones Unidas, para que las entreguen al Gobierno y las Farc vía los países garantes, Noruega y Cuba. Se presentaron también propuestas sobre otros aspectos de paz que no se discuten en Cuba. Este segundo bloque se anunciará a la opinión pública directamente por las organizaciones convocantes.
Valoraciones positivas
En total se presentaron unas doscientas propuestas, la inmensa mayoría aprobadas por consenso. Casi todas se refieren a los seis puntos de la agenda de negociación en La Habana. Una vez compiladas, las organizaciones convocantes en Europa harán llegar todas las relatorías e informes a las Comisiones de Paz del Congreso y a Naciones Unidas, para que las entreguen al Gobierno y las Farc vía los países garantes, Noruega y Cuba. Se presentaron también propuestas sobre otros aspectos de paz que no se discuten en Cuba. Este segundo bloque se anunciará a la opinión pública directamente por las organizaciones convocantes.
Sin embargo lo más importante tal
vez no fueran las propuestas en sí, sino la posibilidad de escuchar y
respetar a personas con opiniones diferentes y divergentes; de entender
que la paz no es sólo un documento firmado por actores armados, sino una
práctica cotidiana de reconciliación del conjunto de la sociedad.
La
sensación predominante al final de los eventos fue de esperanza:
“estamos empezando a imaginar otra Colombia”, comentó una de las
participantes; “lo importante es el ejemplo que estamos dando al
Gobierno, a la guerrilla y al país: que sí podemos ponernos de acuerdo”,
resaltaba otra persona; “quedo con un sentimiento de orgullo por haber
participado”, dijo una tercera voz.
Continuidad
Concluyen
así las primeras mesas internacionales por la paz en Colombia. Un
ejercicio innovador, incluso en relación a otros procesos de paz en el
mundo. Ya hay peticiones para realizar foros parecidos en otros países
con amplia presencia colombiana, tanto en Europa como en las Américas.
Muchas
personas se comprometieron con darle continuidad a estos ‘diálogos
entre diferentes’ y enviar propuestas a través de la web habilitada por
el Gobierno nacional y las Farc (www.mesadeconversaciones.com).
Los
partidos políticos quedan con tareas. Los representantes Joaquín Camelo
(liberal), Juan Carlos Martínez (U), Gloria Stella Díaz (Mira),
Hernando Hernández (Polo) y Mercedes Rincón (Cambio Radical) mostraron
un compromiso sin fisuras con la terminación pacífica del conflicto. Lo
mismo habían expresado el senador Luis Eduardo Sierra (conservador) y el
representante Carlos Amaya (Verde), que a última hora no pudieron
viajar. Sin embargo, ese compromiso debe transcender lo personal para
involucrar a los partidos en su conjunto. La sociedad les reclama
claridad, compromiso y liderazgo en la construcción de paz.