01 Junio 2013.
Les piden explicaciones por supuesta compra ficticia; ellos dicen que ya probaron que sí es real.
Tomás y Jerónimo Uribe se acaban
de negar a corregir la declaración de renta de su firma de reciclaje
Ecoeficiencia, correspondiente al 2010, donde, según la Dian, están
reclamando de manera indebida una devolución de 338 millones de pesos
por exportación de cobre.
La Dian asegura que, cuando entró a chequear esas transacciones y el
listado de sus 150 proveedores, 12 de estos no fueron encontrados en los
teléfonos ni direcciones que aparecían en el registro único tributario
(RUT) que anexaron.
Cuando finalmente dieron con cuatro de ellos, todos dijeron, bajo la
gravedad del juramento, que no habían vendido ni una sola de las
toneladas de cobre por las cuales la empresa de los hijos del
expresidente Álvaro Uribe estaba solicitando la devolución del impuesto a
la renta.
EL TIEMPO investigó y estableció que las personas que están negando
dichas transacciones son Juan Miguel Escobar Sánchez, Jorge Echeverri
Mosquera, Luz Mirian Menjura Vargas y Carlos Alberto Hincapié. Según
registros de Ecoeficiencia, estos le vendieron 1.533 millones de pesos
en cobre, durante 2010, que fueron pagados con 23 cheques.
“Nunca he conocido a esa empresa y ni siquiera tengo para pagar tres
meses de arriendo”, respondió Escobar, uno de los supuestos vendedores,
cuando se le preguntó por los 503 millones de pesos en facturas de
Ecoeficiencia que aparecen a su nombre.
Y en similar sentido se pronunciaron los otros implicados, en
declaraciones tomadas entre noviembre del 2011 y julio del 2012.
Incluso, algunos dijeron que no se dedicaban al negocio de la venta de
cobre y chatarra.
Al respecto, EL TIEMPO estableció que, en octubre del 2011, Carlos
Hincapié, uno de los implicados, ya se había presentado a las
instalaciones de Ecoeficiencia a protestar por figurar como proveedor
sin serlo.
Las declaraciones de estas personas fueron incorporadas en un
requerimiento especial, en el que la Dian conmina a Ecoeficiencia a
explicar las transacciones, so pena de una sanción.
Pero Tomás Uribe y sus abogados tributaristas y penalistas le
dijeron a EL TIEMPO que tienen cómo probar que su firma sí efectuó las
compras, sí las pagó y sí las exportó.
Además, que cumplieron con todos los requisitos que exigen las normas
–solicitud de RUT, cámara de comercio y cédula– para que una
transacción de este tipo sea legal.
“Somos víctimas de una red mafiosa que niega estas ventas para evadir impuestos”, explicó Tomás Uribe.
Exempleado, ¿cómplice?
Y sus abogados agregaron que cuando Hincapié, uno de los proveedores,
les reclamó, en el 2011, por una de las supuestas transacciones
fantasma, de inmediato denunciaron el caso a la Fiscalía.
El penalista Jaime Granados formuló la denuncia en noviembre del 2011
y la amplió el 20 de enero pasado. Entre otros documentos, anexó un
estudio de una agencia de investigación con el que, dice, se prueba que
hay nexos entre las personas que, tras hacer varios endosos de los
cheques de Ecoeficiencia, aparecen recibiendo los pagos por la chatarra.
Ese estudio señala que una sola persona endosó 23 de los cheques
imitando firmas de otros. El supuesto falsificador sería Alirio de Jesús
González, empresario de la chatarra de Neiva, que también habría puesto
su huella en los cheques.
Y aunque asesores de los Uribe dijeron inicialmente que nadie en
Ecoeficiencia estaba implicado, luego le admitieron a este diario que en
la denuncia se señala como cómplice a Olindo Angulo Palacios, encargado
de las relaciones con las pymes.
Además de recibir la chatarra en entredicho, su grafía es muy similar
a la que parece en los endosos de otros pagos a nombre de los
proveedores Menjura, Escobar y Echeverri. Angulo ya se fue de la
empresa.
La letra de la supuesta proveedora Mirian Menjura también fue
encontrada en los endosos. Y el informe de Granados señala que Jairo
Ramírez, su compañero sentimental, es el chofer de un camión que aparece
entrando a Ecoeficiencia a entregar chatarra.
EL TIEMPO intentó ubicar a Angulo, el exempleado de los Uribe, pero
no apareció. Por su parte, el chatarrero González dijo que ya rindió sus
explicaciones a la Dian y a la Fiscalía. Y, después de asegurar que
quienes lo acusan están “equivocados”, prometió que su abogado llamaría a
los reporteros de este diario. Pero nunca lo hizo.
Sin embargo, en su versión oficial le aseguró a la Dian que había
hecho efectivos varios cheques como favor a un amigo de nombre Jairo,
cuyo apellido no recuerda.
Tomás Uribe explicó que la decisión de hacer negocios con
estas personas, a las cuales hoy señalan de delincuentes, se dio luego
de que su empresa Ecoeficiencia les exigió toda la documentación
establecida en la ley para este tipo de operaciones, requisito que
cumplieron.
También dijo que no entiende por qué la Dian insiste en requerirlos
si ya demostraron que los proveedores mienten y entregaron pruebas de
que las ventas no son ficticias.
La Dian no quiso pronunciarse sobre el tema por tratarse de una investigación en desarrollo.
Defensa
‘Somos una papa caliente’
Tomás Uribe, cabeza de Ecoeficiencia, aseguró que una alta
funcionaria de la Dian les dijo a él y a sus abogados que ya estaba
probado que las ventas cuestionadas de su empresa eran legales. No
obstante, esta calificó el caso como una ‘papa caliente’ por estar
vinculados los hijos de un expresidente. “Si fuéramos los hermanos Pérez
sería diferente. Pero somos Uribe. Ya se denunció que detrás de quienes
dicen que no nos han vendido cobre hay una red criminal que ha obtenido
ganancias por evasión de impuestos”, le dijo Tomás Uribe a EL TIEMPO. Y
recalcó que su firma es la única recicladora del país que tiene
certificados de calidad, de seguridad industrial, medioambiental,
anticontrabando y antilavado.
Otro de los factores que cree que han pesado para que su caso no se
haya cerrado es que se conoció a la par con el gran saqueo a la Dian, a
través de devoluciones del IVA por exportaciones ficticias de chatarra. De
hecho, una de las implicadas, Blahca Jazmín Becerra, relacionó a los
hermanos Uribe con James Arias, el llamado ‘zar’ de la chatarra, también
indagado. Al respecto, asesores de los Uribe explicaron que es
imposible que una empresa dedicada al negocio de la chatarra no tenga
negocios con Arias, quien maneja el 50 por ciento del mercado. Incluso,
su empresa, Metal Comercio –creada por Becerra–, ha figurado entre las
más grandes del país. El 16 de junio, Ecoeficiencia responderá
oficialmente el requerimiento de la Dian y ya se puso a disposición de
sus directivas para ayudar a desmantelar la red de la que se declara
víctima.
UNIDAD INVESTIGATIVA
u.investigativa@eltiempo.com
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http://www.eltiempo.com/justicia/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-12840030.html