Por: Marisol Gómez Giraldo.
El Tiempo. 25 Mayo 2013
Foto: Eliana Aponte/ El Tiempo.
Los líderes guerrilleros admiten que debe llegar el reconocimiento de las víctimas y el perdón
En esta conversación, los dos hombres fuertes de las Farc en los diálogos de paz de La Habana, ‘Pablo Catatumbo’ e ‘Iván Márquez’, dejaron salir un tema hasta ahora evitado públicamente por el grupo guerrillero: la necesidad de reconocer a las víctimas, de “lado y lado”, y pedir perdón.
A su debido tiempo, claro, se afanan a decir los dos. Y es ‘Catatumbo’ el que se arriesga a hablar de la manera en que entiende el tema esta guerrilla: no es a un pedido de perdón “unilateral” a lo que deben llevar estos diálogos, dice. (Lea también: Día clave para un histórico acuerdo sobre la tierra).
Lo afirma cuando les pregunto por el perdón que, a
través de EL TIEMPO, les dio a las Farc Constanza Turbay Cote, la única
sobreviviente de esta familia liberal del Caquetá, asesinada por el
grupo guerrillero. Esto, en medio del debate entre el Procurador y el
Fiscal por lo que debe o no perdonárseles a los jefes guerrilleros como
resultado del proceso de paz.
‘Catatumbo’ –el hombre de los
contactos que llevaron a los diálogos con el gobierno de Juan Manuel
Santos– parece más dispuesto que ‘Márquez’ a dejarse ver por dentro,
tanto en las respuestas formales como en la conversación informal.
‘Márquez’,
el primero del Secretariado de las Farc en llegar a la negociación de
paz, y quien al comienzo se oponía, parece evitar las palabras que dejen
ver más allá del hombre político que es por esencia. Pero las deja
salir sin prevenciones cuando la entrevista toma el rumbo de un diálogo
informal.
¿Les dice algo el perdón de Constanza Turbay Cote a las Farc?
‘Márquez’
guarda silencio. ‘Catatumbo’ toma entonces la palabra: “A mí me parece
un gesto de nobleza. Esta guerra nos ha tocado a todos. Por eso digo que
cuando hablemos de victimarios, pongamos el rompecabezas en la mesa. El
análisis unilateral en este tema olvida que todos somos víctimas del
conflicto. La familia Turbay ha sido tocada y la nuestra también.
Recuerde que una hermana mía fue asesinada por Carlos Castaño, un
hermano murió en la guerrilla y yo fui torturado por el Ejército y por
el Mas (Muerte a Secuestradores). ‘Iván’ (Márquez) tiene hermanos
asesinados y cada uno en la delegación de las Farc tiene estas
historias”.
En ese contexto, este proceso de paz tiene que pasar por un acto de contrición general. ¿Para cuándo ven las Farc ese momento?
“Dejemos
que llegue a la mesa, pero este tema tiene que ser abordado, responde
‘Catatumbo’ antes de que ‘Márquez’ anote: “Todo tiene su tiempo” y “no
debemos apresurarnos”.
‘Catatumbo’ vuelve al perdón de
Constanza Turbay Cote para decir: “Ojalá todos tuviéramos esa actitud.
Nosotros hemos dicho que no guardamos rencor personal contra ninguno.
Por eso nos podemos sentar amablemente con dos generales que han sido
duros en la confrontación”.
Se refiere a Jorge Enrique Mora
Rangel, excomandante de las Fuerzas Militares, y Óscar Naranjo,
exdirector de la Policía, que hacen parte de la delegación del Gobierno
Nacional en los diálogos.
Ya que hablan de militares, ¿ven al final de este proceso también el perdón para los que han cometido ‘falsos positivos’?
‘Márquez’
insiste en que me adelanto a los temas. ‘Catatumbo’ vuelve a tomar la
palabra: “Es que esta no es una confrontación alimentada por odios
personales, es un problema político complejo, que no se resuelve con
perdones. Si la paz se hiciera diciendo ‘yo pido perdón’, pues ya. Eso
puede contribuir, pero no resuelve nada. Es un problema histórico y
tiene que ser abordado desde esa óptica. De lo contrario, se llega a
fines superficiales”.
Como ustedes me piden que no me
adelante, vamos entonces a un tema que han mencionado esta semana, el de
la participación política.
‘Márquez’ responde de inmediato
que están listos: “Estamos preparados y comprometidos en llegar hasta la
solución política del conflicto. Créanos cuando decimos eso. Y hacemos
grandes esfuerzos por mantener la fe y la esperanza de la gente en que
por fin vamos a tener la reconciliación”.
Pero la paz no es un acto de fe. Son los hechos los que cuentan...
“A
la paz también hay que ponerle pasión, anhelo”, dice ‘Márquez’.
‘Catatumbo’ interviene para anotar: “Que nos dejen hacer política y
verán que le explicamos al país todo esto”.
Precisamente, en
el foro que hubo en Bogotá, movimientos y partidos coincidieron en pedir
una reforma electoral que abra la participación política, pero ustedes
insisten en una asamblea constituyente...
‘Márquez’: “Es la
única fórmula que nos permitirá rodear de certezas el proceso de paz. Lo
rodea también de legitimidad, la que le da el constituyente primario.
El poder constituyente está por encima de los poderes internacionales
que pretenden interferir en nuestros asuntos internos”.
¿Está pensando en la Corte Penal Internacional?
‘Márquez’: “A nosotros no nos desvela la Corte Penal Internacional”.
A
ustedes solamente les da tranquilidad una asamblea constituyente, pero
el presidente Santos no la considera y habla de refrendar los acuerdos
con mecanismos como el referendo...
“Al final todos vamos a
llegar a la constituyente”, afirma convencido ‘Iván Márquez’ y ‘Pablo
Catatumbo’ lo respalda diciendo: “Por lomenos vamos a llegar a esa
conclusión. Un referendo no es obligante, no da garantías de que los
acuerdos de paz perduren. Una constituyente es un tratado”.
Pero
no es tan segura como ustedes creen. La prueba es que la Constitución
de 1991 ha sido cambiada varias veces. ‘Catatumbo’: “Porque en la
Constitución del 91 no estuvo toda Colombia. Faltamos nosotros, tenga en
cuenta ese detalle”.
De todas maneras la Constitución la
cambian. Por ejemplo, el expresidente Álvaro Uribe logró modificarle un
“articulito” para su reelección.
‘Catatumbo’: “¿Pero qué tal
que la misma constituyente establezca unas normas pétreas? Algunas, no
todas. Por eso le digo que no hay que adelantarse”.
El coco de los tiempos
A
estas alturas del diálogo y para ratificar que, a pesar de las dudas
del país sobre la voluntad de la guerrilla, “sí están comprometidas con
la paz”, ‘Márquez’ cuenta que ellos están trabajando duro y durmiendo
poco. “Para que vea: ¡Todos los días nos acostamos como a la una de la
mañana y nos levantamos como a las 4!”, anota.
Fue ‘Márquez’
el que, desde su primer día en el proceso de paz, en Oslo, llegó
diciendo que “la paz exprés solo conduce a precipicios”. Pero
‘Catatumbo’, el segundo del secretariado de las Farc en integrarse a la
negociación, también pide tiempo para los diálogos.
Los dos
jefes guerrilleros dicen no entender el afán del país por ver resultados
del proceso de paz, que el domingo pasado completó seis meses sin un
acuerdo en el primer punto de la agenda, tierras. Hoy, finalmente,
habría un anuncio al respecto en Cuba (ver nota arriba).
‘Catatumbo’ se apura a explicar por qué, como afirma ‘Márquez’, no deben exigirles “la velocidad del Giro de Italia”.
“Cuando
decimos que no a una paz exprés queremos decir que, si esto se arregla
mal, seguiremos en lo mismo. Y eso no le sirve a Colombia. ¿Por qué hubo
47 guerras civiles en el siglo XIX? Porque se hacían arreglitos que no
resolvían nada. Hay que hacer pedagogía para que la gente entienda esto.
Por eso decimos que nos den tiempo”, añade ‘Catatumbo’.
Los
dos ponen como ejemplos el proceso de paz de Guatemala (que duró 6
años), el de El Salvador (2 años y medio) y hasta el de Filipinas con la
guerrilla musulmana (que lleva 15 años, con tres interrupciones
graves). “Nosotros vamos a paso lento, pero firme y seguro”, remata
‘Márquez’, quien reclama, cada vez que puede, que el proceso de paz se
haga con “la verdad pura y limpia”.
“Es la mejor manera de
persuadir –argumenta–. ¿Para qué tanta estrategia y tanto artificio? Con
las Farc no sirve eso. Que pongan la verdad sobre la mesa”. De pronto,
‘Márquez’ deja de comportarse como político y habla de su familia: “A mi
mamá y a una hermana las secuestraron, en Neiva, gente de Inteligencia,
y una hora y media después, en la vía a Flandes (Tolima), las montaron
en un helicóptero, las llevaron a Urabá y se las entregaron a Carlos
Castaño”. Fue para la época en que el jefe paramilitar secuestró también
a la hermana de ‘Catatumbo’, que terminó muerta, y a un hermano de
‘Alfonso Cano’.
El jefe guerrillero también recoge los
recuerdos sobre su hermano asesinado en Morelia (Caquetá): “Le sacaron
los ojos, las uñas, y lo lanzaron por un puente”. Y termina diciendo:
“Si vamos a hablar de víctimas, víctimas tenemos todos”.
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