La Habana-Cuba. Miércoles 12 de Junio 2013.
A propósito de la crisis diplomática surgida entre
Colombia y la República Bolivariana de Venezuela, la cual ha impactado la mesa
de conversaciones de La Habana, informamos que en el día de ayer nos hemos
reunido con el excelentísimo señor embajador venezolano, Roy Chaderton, a fin
de esclarecer si la nación hermana y su gobierno mantendrán su apoyo,
acompañamiento y facilitación, que son indispensables para la continuidad del
proceso.
En segundo lugar, la Delegación de Paz de las
FARC-EP saluda y agradece la presencia de los representantes del Centro de
Pensamiento de la Universidad Nacional y de Naciones Unidas, que con deferencia
han traído a la mesa del diálogo las opiniones del constituyente primario
referidas al segundo punto de la agenda sobre Participación Política, que en el
día de ayer se comenzó a debatir.
Y en tercer lugar, a propósito del autoritario y
rotundo NO manifestado por el gobierno a la posibilidad de una Asamblea
Nacional Constituyente, es preciso decir que nadie puede pretender limitar la
condición de soberano que tiene el pueblo.
No es comprensible que ad portas de iniciar la
discusión sobre el punto de Participación Ciudadana, desde la Delegación de Paz
del Gobierno se le pongan obstáculos a una propuesta fundamental de las
organizaciones sociales y políticas, expuesta en el Foro que para tratar el
asunto se reunió en Bogotá a finales de abril.
En ninguna parte del acuerdo especial de La Habana
aparece definida la forma de refrendación que tendrá lo que se convenga.
Tampoco se ha firmado el No a la Constituyente. ¿En donde está plasmado el compromiso
de no hablar de Constituyente? Que se nos diga en dónde se prohíbe hablar de
este importante asunto, cuando por el contrario, el espíritu del preámbulo y la
Agenda, lo que manifiesta es que la paz es un asunto de todos los colombianos.
Tenemos que recordarle al doctor Humberto de La
Calle, que el artículo 376 fue incluido en la Carta del 91 por iniciativa del
gobierno de César Gaviria, del cual él hacía parte. No hay que tenerle miedo a
un texto que a letra dice: Mediante ley aprobada por mayoría de los miembros de
una y otra cámara el congreso podrá disponer que el pueblo en votación popular
decida si convoca una Asamblea Nacional Constituyente con la competencia, el
periodo y la composición que la misma ley determine. Se entenderá que el pueblo
convoca la Asamblea, si así lo aprueba, cuando menos, una tercera parte del
censo electoral….
Es una paradoja que precisamente en el punto de
participación política a la gente le coloquen un bozal, impidiendo la opinión,
desde ya, de congresistas, partidos, organizaciones sociales, sindicatos,
empresarios, etc. etc. ¿por qué le tienen miedo al debate?
Por el bien supremo de la paz, que es un derecho y
un deber de obligatorio cumplimiento, hay que hacer hasta lo imposible.
DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FARC-EP