13 de Julio de 2013.
Foto: Juan Manuel Vargas
"Que
nadie nos confunda: una cosa es la UP y otra son las Farc. Cada uno
tiene su perfil", dice Omer Calderón, presidente de la UP.
El futuro de la Unión Patriótica (UP), por lo menos en lo electoral,
aún es incierto. Ni siquiera tienen claro si van a participar en las
elecciones del 2014, pero esa parece su apuesta.
Este partido reapareció esta semana en el escenario electoral, luego
de que el Consejo de Estado ordenó devolverle la personería jurídica,
que había perdido en el 2002 por no participar en las elecciones de
Congreso.
El tribunal determinó que debido a que estaba diezmado por la acción violenta no debió perder la personería.
Ahora esto lo convierte en un jugador clave entre los sectores de izquierda, donde solo el Polo podía dar avales.
De acuerdo con Omer Calderón, presidente del resucitado partido, la
colectividad va a realizar asambleas en todo el país, para consultar a
sus bases sobre la posibilidad de reanudar la actividad electoral.
“Vamos a sondear a la gente para saber si le interesa que
participemos en política, pero también motivar el apoyo a una solución
negociada al conflicto y a una paz duradera”, dijo Calderón, quien fue
elegido presidente de la colectividad en marzo de este año y cuya tarea,
cuando su cargo de docente se lo permitía, se centraba en apoyar la
demanda contra el Estado por el magnicidio de la UP y ayudar a las
víctimas que dejaron esos asesinatos.
En principio, dice, “dependiendo de las condiciones políticas y de
seguridad”, la UP no descarta explorar algunas candidaturas locales en
zonas en las que alcanzó a tener influencia, como en Arauca, Guaviare y
Meta.
“El lío es que buena parte de los dirigentes se vieron obligados a
participar en otra serie de escenarios: en el Polo, en los verdes y en
otras organizaciones, debido a la estigmatización contra la Unión
Patriótica”, agregó.
No obstante, fue más allá y dijo que van a buscar acercamientos
programáticos con otros sectores políticos en lo que tiene que ver con
la paz y con las víctimas.
Pero este docente de la Universidad Distrital de Bogotá fue
contundente al señalar que “cualquier acuerdo político con otra
agrupación se hará sobre la base de usar la personería jurídica de la
UP”. De acuerdo con él, “es deseable que el Polo y Progresistas pudiesen
usar la personería de la Unión Patriótica, por el significado político e
histórico que eso tiene”.
Qué pasa con las Farc
Calderón se refirió a la posibilidad –si se logra la paz con las
Farc– de que miembros de esta guerrilla sean avalados por la UP. “No
vamos a buscar a las Farc para ver si quieren hacer parte de la UP, ese
es un asunto de la competencia de ellos. Nuestra disposición es abrirles
las puertas a todas las fuerzas que estén a favor de una negociación
política y por un tratado de paz duradero en el país”, agregó.
“Ellos son los que toman la decisión, porque nosotros no vamos a
feriar nuestros avales. Que nadie nos confunda: una cosa es la Unión
Patriótica y otra son las Farc; cada uno tiene su propio perfil. Ellos
son una fuerza política en armas y la UP, una fuerza política por ahora
diezmada”, señaló.
“Lo que debe quedar claro es que no tenemos afanes electorales, pues
el fallo del Consejo de Estado no nos impone que tenemos que superar el
umbral el próximo año”, dijo. Sin embargo, reconoció que aún es muy
temprano para saber cuánto tiempo le tomará al partido recuperar una
estructura de dirigentes.
“Como fuerza política es muy complicado que tengamos éxito en las
próximas elecciones; habrá que esperar”, comentó Calderón, quien por
ahora despacha en una oficina que el semanario Voz le presta desde hace
varios años a la Unión Patriótica.
REDACCIÓN POLÍTICA