El mandatario uruguayo, José
Mujica, se mostró a favor de consultar a la población sobre la reciente
legalización del aborto en el país, aprobada por el Parlamento en medio de
críticas de varios sectores y promulgada hace una semana.
"Es un tema que lo tendría
que resolver el voto de la gente. Es un tema de conciencia y que cada cual lo
tiene que resolver en su fuero interno", dijo Mujica, según lo reseñó la
prensa internacional.
La nueva normativa despenaliza el
aborto hasta la décimo segunda semana de gestación por la sola decisión de la
mujer, siempre que se realice bajo la supervisión del Estado.
La Ley es criticada por las
organizaciones contra el aborto, pero también por algunas a favor, que
argumentan que técnicamente no se legaliza el aborto porque si este se realiza
clandestinamente sigue estando penado.
Las mujeres que deseen
interrumpir su embarazo tienen que pasar por una comisión formada por
psicólogos, ginecólogos y trabajadores sociales que las asesorarán sobre sus
opciones, y cumplir con un plazo de cinco días de reflexión antes de someterse
a la intervención.
Pese a estas limitaciones,
gracias a esta ley Uruguay se ha convertido en el primer país suramericano con
una despenalización tan amplia de la interrupción voluntaria del embarazo, sólo
existente hasta ahora en Cuba, Guayana, Puerto Rico y el Distrito Federal de
México.
Pese a estar penado por ley, en
Uruguay, según cifras oficiales, cada año se producen más de 30 mil abortos,
pero organizaciones no gubernamentales creen que la cifra real puede ser el
doble.
Agencias internacionales destacan
que encuestas recientes señalan que 63 por ciento de los ciudadanos está a
favor de la despenalización del aborto en ese país.
