miércoles, 3 de octubre de 2012

¡ESTA CAMARILLA DEL POLO DEBERÍA RENUNCIAR!

Por: Nelson Lombana Silva.-PaCoCol


Clara López Obregón

Los catastróficos y lapidarios resultados electorales del Polo Democrático Alternativo presentados el pasado 30 de septiembre para elegir apenas 750 delegados para el antidemocrático e intrascendente tercer congreso, se constituyen en una especie de crónica anunciada.


Son resultados que reflejan la forma purulenta como la camarilla socialdemócrata empujó la gran esperanza a los acantilados del naufragio, sin importarle un higo la esperanza que todo un pueblo había depositado con tanto entusiasmo y perseverancia en medio de la abrupta represión del régimen liderado por el presidente Juan Manuel Santos Calderón y su “unidad nacional”.


Si tuviera un mínimo de dignidad  esta camarilla debería haber renunciado al otro día y dejar en manos de una comisión provisional la redirección del  alicaído Polo Democrático Alternativo, porque su conducción ha sido errática, sectaria y grupista. Siempre inspirado sus intereses personales, siempre mostrando ambiciones personales  y cálculos megalómanos. Así se pueden caracterizar a los enterradores del Polo: Clara López, Jaime Dusan, Jorge E. Robledo y los renegados: Wilson Borja y Carlos Romero.

Mientras en el segundo congreso participaron en el proceso de elección de los 1500 delegados 555.302 polistas, en esta oportunidad solo 160.046. ¡Qué vergüenza! El 5 de abril de 2011, se movilizaron en Bogotá algo más de 78 mil personas para la conformación de las coordinadoras locales, en esta oportunidad solo 28.734.

Clara López Obregón, que ahora suele echarse sus palomitas en el avión presidencial con su mancorna Carlos Romero, sale a los medios a hacer toda una alharaca para intentar justificar lo injustificable. Como dice la canción: “A quién engañas abuela”.

Si por Colombia llovió por el Tolima no descampó. Los resultados no pudieron ser más nimios y apocalípticos. También era especie de crónica anunciada. Es que pasar de más de 80 mil votos a 4.868 mal contados es para renunciar y dejar en manos de los verdaderos polistas la posibilidad de hacer un “milagro” extraordinario.  Pero la ambición es sorda, ciega y muda, como dice la recién embarazada Shakira.

El enemigo de clase cumplió con su cometido, usando para ello en grado sumo nuestros errores e incapacidad de afianzarnos en la crítica y la autocrítica. La ceguera condenó al Polo al abismo.

Como Comunista nos duele que semejante esfuerzo colectivo haya caído en esas manos dañinas. Nos duele porque se frustra un empuje tan promisorio que puso a temblar la pusilánime oligarquía. Con el camarada Jaime Pardo Leal se cosecharon 300 mil votos y esto asustó a los dueños del poder quienes ni cortos ni perezosos diseñaron diversos planes criminales para matar la Unión Patriótica y centenares de Comunistas. El doctor Carlos Gaviria Díaz, llegó a 2.613.157 votos, lo cual se miraba como la antesala para toma de la presidencia de la república, pero la burguesía permeó la unidad, hizo el milagro de exacerbar el personalismo, dando al traste con los sueños preclaros del pueblo  colombiano, quien se ha visto condenado a posponer, por ahora, ese dorado sueño de justicia social, democracia y libertad.

Desde el desierto de este descomunal descalabro, que urge de análisis profundo y sin sectarismo de ninguna naturaleza o trivial palabrería insulsa para justificar lo injustificable, los Comunistas, siempre consecuentes con los intereses del pueblo y con la abnegada y valerosa lucha de 82 años, levantamos la bandera de la unidad, de la búsqueda de las reales causas y la profundización de la lucha revolucionaria.

Así el Polo Democrático Alternativo esta camarilla lo haya convertido en un “cascarón”, los Comunistas nos negamos a abandonarlo y dejarlo a su triste suerte, consideramos que debemos mirar el horizonte con esperanza, pensando desprevenidamente en las generaciones venideras y luchar por esa noble causa. Basta ya de oportunismo. Jalémosle a la unidad.

Miremos a otras expresiones populares con afecto y admiración, es decir, con hermandad y entre todos avancemos porque al fin y al cabo el enemigo de clase es uno solo: El sistema capitalista. Miremos la Marcha Patriótica, el Congreso de los Pueblos, La Minga Indígena, la Coordinadora de Movimientos Sociales y Políticos, como fortaleza y espíritu unitario, respetando y admirando las diversas dinámicas. Es el camino para salir del laberinto, no hay otro, ante la monstruosidad del régimen que se hunde cada vez más en corrupción, la violencia y la burda explotación del hombre por el hombre.