Las movilizaciones masivas contra la política de austeridad impuesta por la
Troika continúan en Portugal. Tras la manifestación del 15 de septiembre,
decenas de miles de personas volvieron a las calles y plazas portuguesas el 13
de octubre, coincidiendo con la Cacerolada Global, para celebrar
“manifestaciones culturales” y protestar contra la nueva vuelta de tuerca
neoliberal que supone la propuesta de presupuesto del gobierno, como explica el
manifiesto que reproducimos al final.
El movimiento obrero se prepara para responder con una huelga general el
próximo 14 de noviembre, que podría confluir con otra en el Reino de España, en
una huelga general ibérica.
El 14 de noviembre 2012 se llevará a cabo una huelga general convocada por
la CGTP, que es de todos y para todos los que sufren los efectos brutales de la
política de austeridad y el empobrecimiento que la Troika nos impone y que el
gobierno PSD/CDS diligente y servilmente nos aplica ciegamente “cueste lo que
cueste”.
La ceguera ideológica de carácter neoliberal y autoritario es tal que sólo
escucha la voz de los “mercados” y socava los fundamentos básicos de la
democracia.
Esta huelga general es para detener el aumento vertiginoso del paro, que ya
alcanzó en agosto el 15,9%, es decir, 1.393.000 mil hombres y mujeres sin
trabajo, a pesar del fuerte crecimiento de la emigración y la reducción de la
tasa de actividad. Para agravar esta auténtica catástrofe, la precariedad y el
desempleo entre los jóvenes alcanza niveles nunca antes alcanzados (35,9% para
los menores de 25 años) y la tendencia está creciendo, según la OIT.
Esta huelga general es para rechazar los recortes en los salarios directos
e indirectos, la reducción de prestaciones sociales y de la protección social
(fondo de desempleo, pensiones).
Esta huelga general es para revertir y anular los cambios en el Código del
Trabajo, que facilitan los despidos, la reducción de las indemnizaciones,
atacan la negociación colectiva y los sindicatos y suponen una apuesta a fondo
por la individualización de las relaciones laborales.
Esta huelga general es impedir nuevas privatizaciones en sectores
estratégicos como las empresas públicas ANA, CGD, TAP, CTT, RTP, y Aguas de
Portugal y evitar la creación de más rentas monopolistas que parasiten la
economía.
Esta huelga general es para responder al ataque a los servicios públicos
(salud, educación, seguridad social, justicia), donde la consigna del gobierno
es recortar. Luchamos para evitar el desmantelamiento del estado de bienestar.
Esta huelga general es para dar continuidad a las exigencias ciudadanas de
1 millón de personas, que el 15 de septiembre salieron a las calles en decenas
de ciudades de este país, bajo el lema “¡Qué se joda laTroika! Queremos
nuestras vidas” y que el 29 de septiembre, convocadas por la CGTP, pero donde
todos tienen su lugar, volverá a llenar el Terreiro do Paço (Plaza del
Palacio), transformándolo de nuevo en la Plaza del Pueblo y también gritarán
con todas sus fuerzas exigiendo la dimisión del gobierno.
El nuevo paquete de austeridad/brutalidad —el mayor aumento de impuestos de
la democracia portuguesa— fue anunciado atropelladamente por el ministro de
Hacienda la tarde antes de la discusión de las mociones de censura del Bloco de
Esquerda y del PCP, que así querían dar voz al pueblo y llevar la censura de la
calle a la Asamblea de la República y al mismo tiempo obligar al gobierno a
decir a las víctimas que ya todo estaba negociado con Bruselas.
Este “robo a mano armada” sólo refuerza las razones de todos los ciudadanos
que sufren en su piel semejante explotación, y todos sin excepción deben
participar en la construcción y el éxito de esta lucha. Todos son necesarios y
bienvenidos.
Esta huelga general “no es sólo una huelga de protesta, es sobre todo un
ejercicio de propuestas alternativas para el país”, como dijo bien el
secretario general de la CGTP.
Incluso aquellos que con razones oscuras y falsos argumentos tratan de
denigrar y rechazar converger en esta lucha saben que no pueden evitar la
unidad de acción de todos los trabajadores en sus lugares de trabajo. La fuerza
de la razón y la conciencia de los trabajadores es superior a todas las
apelaciones y decisiones de las direcciones desligadas de los que dicen
representar. Hablo de la UGT.
Esta huelga general debe ser de tal manera que sume a todas las organizaciones
sindicales sin condicionamiento alguno y ampliarse con las organizaciones y
movimientos sociales de los desempleados, los pobres, los jubilados, los
estudiantes, los pequeños y micro empresarios. No excluye a nadie y quiere unir
fuerzas para que las acciones en la calle ese día y fuera del país tengan el
carácter popular más amplio.
La marcha contra el paro que desde el 5 de octubre recorre todo el país, es
por si mismo una importante señal de fuerza, resistencia y exigencia en
relación con el principal problema al que se enfrentan los trabajadores todos
los días. Cobró una importancia aún mayor con la convocatoria de la huelga
general y por lo tanto merece todo nuestro apoyo y participación.
La Huelga General del 14 de noviembre en Portugal puede marcar un gran paso
adelante en la lucha de los trabajadores europeos, al materializar en la
práctica la voluntad ya expresada por los máximos dirigentes de los sindicatos
españoles CCOO, UGT y CIG, así como otras organizaciones que son parte de la Cumbre
Social, de convergen en su lucha contra el gobierno de Mariano Rajoy ese mismo
día y por fin tendremos una b>uelga general ibérica.
vTambién existe la posibilidad de una mayor interacción y convergencia de
las luchas a escala europea, si la reunión del Comité Ejecutivo de la CES
(Confederación Europea de Sindicatos) decide convocar jornadas de lucha en
otros países del Sur, como Grecia, Francia e Italia.
Nosotros, sindicalistas del Bloque de Esquerda, hemos propuesto hace mucho
tiempo y en diversos foros la adopción de medidas urgentes de lucha
coordinadas, al menos en los países del Sur, con el fin de responder a la
violencia de los ataques de los que son objeto los ciudadanos.
El ataque es global y las respuestas deben ser de carácter nacional, pero
también a escala de la UE, reivindicando con radicalidad y firmeza una
respuesta europea contra la especulación de los mercados financieros.
Creemos que este es el camino a seguir, ya que favorece la unidad y la
lucha de los trabajadores europeos. Necesitamos un nivel de respuesta popular
superior para hacer frente a la intervención de la Troika, que suma crisis a la
crisis, recesión a la recesión en los países donde ya opera directamente o
indirectamente.
Asumiendo esta postura internacionalista, haremos todo lo posible a nivel
nacional para que la huelga general del 14 de noviembre en Portugal sea un gran
paso para acabar con la troika y contribuir al fin de esta política y la
dimisión del gobierno.
¡Viva la huelga general, nuestra lucha es también internacional!