Hubo una
investigación en la Fiscalía General de la Nación sobre las finanzas de Carlos
Castaño. La investigación se cerró cuando Luis Camilo Osorio ocupaba el más
alto cargo de esta institución.
Existe una investigación abierta en la Comisión de
Acusaciones de la Cámara de Representantes contra el ex Fiscal General Luis
Camilo Osorio (2001 – 2005). La Comisión definirá si la justicia colombiana
puede acusar a Osorio de haber apoyado al paramilitarismo desde la Fiscalía
General de la Nación. Si estas denuncias no prosperan en Colombia, podrían
llevarse a la Corte Penal Internacional.
El miércoles 23 de enero entrevisté a un ex agente
del Cuerpo Técnico Investigativo de la Fiscalía, que fue víctima de cinco
atentados contra su vida. Me solicitó que protegiera su identidad, pero
autorizó que usara toda la información que reveló durante una entrevista de
hora y media. No puedo publicar el audio de la entrevista porque teme que el
análisis de voz delate su identidad. El texto completo, sin embargo, está
transcrito. En esta entrega presentaré algunos apartes.
El Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía
en Medellín, mediante interceptaciones telefónicas, capturó en 1999 a Jacinto
Alberto Soto Toro, jefe de finanzas de Carlos Castaño y de las Autodefensas
Unidas de Colombia. En el operativo incautaron información sobre quiénes
financiaron a las AUC: “Nosotros estuvimos trabajando y había conexiones a
nivel nacional con empresas grandes, bancos, ganaderos de nombre, y entre esos,
por allá, estaba el señor Luis Camilo Osorio, que en ese entonces estaba como,
yo no me acuerdo qué era pero en ese momento tenía una relación con la
universidad de Montería”, afirma el ex agente.
Fue a partir de esta investigación que se pudo
realizar, por ejemplo, el allanamiento a Fonpazcor, centro de operaciones de
Salvatore Mancuso, el jefe de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá.
“El proceso llega a Bogotá. El proceso empieza a
coger auge. Nosotros solicitamos unos allanamientos a Montería. Donde estaban
las sedes principales de financiamiento y manejo de dinero. Eran en todo el
país, pero de allí era que controlaban todo. Ahí fue cuando nosotros le
allanamos la casa [a Salvatore Mancuso] y un compañero de nosotros por
accidente mató al escolta de él, que era sobrino”.
El proceso tenía alrededor de 1.200 cuadernos y
más de 3.000 anexos.
“Estábamos conociendo toda la estructura del
paramilitarismo a través de ese proceso. Estábamos manejándolo a nivel de
inteligencia, dedicados tiempo completo tan sólo a ese proceso. El doctor
Alfonso Gómez Méndez termina el mandato y viene el doctor Luis Camilo Osorio.
Cuando el doctor Luis Camilo Osorio se da cuenta de ese proceso lo manda para
Medellín. Me acuerdo que hizo un súper despliegue operativo para custodiar el
proceso, supuestamente porque la competencia del proceso era en Medellín. La
fiscal [en Medellín] lo precluye en menos de treinta días. No me acuerdo el
nombre de la fiscal, pero yo creo que en treinta días no habría tenido tiempo
ni para leer el proceso. Ese proceso queda callado”.El jefe de esta
investigación fue asesinado en Medellín, cerca del cementerio de San Pedro, por
paramilitares. Dos camionetas lo cercaron cuando él iba rumbo a su casa. Lo
acribillaron con ráfagas de fusil. Aún así, siguió la investigación.
“Este proceso iba a ser más grande que el proceso
8.000”, dijo el ex agente.
El lunes 28 de enero llamé al doctor Alfonso Gómez
Méndez, ex Fiscal General de la Nación (1997 – 2001), para corroborar la
existencia de la investigación de la que me había hablado mi fuente.
“Sí, eso es correcto”, dijo el doctor Gómez
Méndez. “Esa investigación existió y mi sucesor [Luis Camilo Osorio] la acabó”.
¿Por qué se detuvo una investigación que prometía
develar los financiadores del paramilitarismo con pruebas contundentes?
El abogado penalista Jaime Granados Peña me envió
ayer una solicitud de rectificación por información que publiqué en mi columna
anterior (“La venganza criminal II”, 21 de enero del 2013). Le daré respuesta
en la siguiente entrega de esta serie, junto con más información.
Twitter:
@santiagovillach