viernes, 8 de febrero de 2013

CON LA COMPLACENCIA DE SANTOS SE PROFUNDIZA CONSPIRACIÓN CONTRA VENEZUELA. Lunes 04 Febrero 2013

Por: Horacio Duque
No descansa la derecha colombiana en su labor conspiradora contra la revolución bolivariana y el Socialismo del Siglo XXI


Brota de nuevo la acción de grupos muy poderosos de Bogotá y Medellín  que coincidiendo con los factores desestabilizadores venezolanos, urden planes y procesos para derrocar, mediante asesinatos y atentados, el gobierno legítimo del Presidente Hugo Chávez.

Tarek el Aissami y otros importantes líderes del PSUV establecieron recientemente que un ex presidente colombiano despliega una febril labor en la frontera, en Cúcuta y Maicao, realizando reuniones con reconocidos golpistas para planificar atentados contra el Vice Presidente Nicolás Maduro y contra Diosdado Cabello, el Presidente de la Asamblea Nacional Legislativa. Se trata de hechos bastante graves que no han merecido la intervención ni el pronunciamiento de la Casa de Nariño. Es un silencio sospechoso que escandaliza.

En las últimas horas, Nicolás Maduro, ha identificado acciones y movimientos de Capriles Radonski en Bogotá, adelantando reuniones con empresarios, generales, diplomáticos, agentes de la Cia, políticos y funcionarios gubernamentales, para darle soporte a nuevos escenarios orientados al derrocamiento del gobierno constitucional de Caracas. Ya hay datos muy precisos de los eventos realizados con el beneplácito de los servicios secretos de la Presidencia.

Todos estos personajes y grupos coinciden en su odio visceral al Socialismo y en la necesidad de destruir las conquistas populares de la nación venezolana que favorecen los derechos fundamentales de millones de seres humanos.

Lo que llama la atención en todo esto es el silencio cómplice del gobierno del señor Santos. Las informaciones indican que el Presidente de Colombia, viejo enemigo de la revolución bolivariana, ahora en simulada amistad por el Presidente Chávez, está al tanto y consciente de todos los movimientos en curso que deben ser denunciados y develados para que no prosperen.

Se le cae la máscara al señor Santos, pues es parte muy activa de este entramado contrarrevolucionario que pretende destruir el poder popular bolivariano. Su reciente defensa de Uribe Vélez es muy sintomático del curso que toman las aguas.

No hay que guardar silencio y llamar las cosas por su nombre como lo está haciendo la dirigencia revolucionaria que lidera Nicolás Maduro.