domingo, 17 de marzo de 2013

MADURO CON SOCIALISMO DEL SIGLO XXI.Jueves 14 Marzo

Por: Horacio Duque. Pacocol.

Los merecidos y grandiosos homenajes al desaparecido Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ponen de presente varios elementos en la vida pública de la civilización bolivariana. Su liderazgo, su obra revolucionaria principal y la proyección de una forma avanzada de sociedad sustentada en la igualdad y la solidaridad entre los seres humanos. 
 Más que un caudillo egocéntrico y caprichoso, populista y demagogo, según el estereotipo difundido por sus enemigos  burgueses e imperialistas, Chávez sobresale por sus excelsas condiciones de un líder superior y paradigmático. Es el líder que con tanta maestría describe Emerson en su obra literaria cuando aborda la condición especial de algunos seres humanos que logran reunir en su personalidad las mejores virtudes de una comunidad humana. Chávez, la virtud cívica, a la manera como Maquiavelo la destaca en su reflexión política republicana en la alborada de la democracia moderna.


Jamás pudieron, ni podrán, sus enemigos degradar su grandeza universal y su extraordinario carisma, lleno de energía sagrada que servía de potencia a su pueblo para dar ejemplo de audacia e imaginación.
Su obra principal está a la vista. Me refiero al sujeto socialista bolivariano y a su equipo de conductores colectivos en perfecta armonía para profundizar las conquistas sociales, políticas, económicas, culturales, ambientales e internacionales.


Chávez dejó en muy buenas manos su patria. La jefatura de Nicolás Maduro y su candidatura presidencial ocurren en la sinergia de una sociedad que da ejemplo en su democracia,  justicia, solidaridad y dignidad. Nada de faccionalismos o rivalidades intestinas alimentadas por el individualismo y las ambiciones oscuras de camarillas podridas.


Chávez nos regresó al mundo de la utopía socialista. Nos reencontró con la historia y su potencia. El fin de la historia derivó en quimera porque la esencia bolivariana proyectó la trascendencia de la raza humana y la comunidad de su asociación, en contravía de la fantasía individualista liberal y neo que nos han impuesto desde el poder de las multinacionales y los imperios.


Socialismo del Siglo XXI es la poderosa metáfora de la subjetividad popular constituida por la obra de Chávez, que guía a millones de seres humanos en la pluralidad de la civilización humana. ¿O qué otra cosa significa la multitudinaria presencia de dirigentes de todo el orbe que se acercaron hasta su féretro para expresar su cariño y afecto y el de sus pueblos?


Socialismo del Siglo XXI es la bandera de Nicolás Maduro para profundizar los derechos del nuevo ciudadano. Su triunfo está cantado, al igual que la segura derrota de su retrogrado adversario.


Socialismo del Siglo XXI es la esperanza de los pueblos que ven la luz al final del oscuro túnel neoliberal.