El Tercer Encuentro Nacional de Zonas de
Reserva Campesina confirmó el liderazgo del segundo municipio del
Caquetá en las dinámicas de construcción de paz y de fortalecimiento al
desarrollo del campo.
“San Vicente del
Caguán debe ser una experiencia piloto de construcción de paz y no
solamente nuestro municipio sino también todos aquellos territorios que
han sido epicentros históricos del conflicto armado. No podemos permitir
que sigamos pasando a la historia por el imaginario que tienen los
colombianos de que San Vicente es un pueblo de conflicto; ese imaginario
debe cambiar y que cada vez que hablen de nuestro municipio se diga que
acá hay una experiencia de construcción de paz que les garantice a
todos y a todas el goce efectivo de sus derechos fundamentales”,
expresó. El mandatario local lanzó esta propuesta en el marco del Tercer
Encuentro nacional de la Asociación de Zonas de Reserva Campesina, que
congregó a 3.800 campesinos del Caquetá y de todo el país y a partir del
cual se construyó una propuesta agraria para la mesa de conversaciones
de La Habana.
“Se trata de un documento muy significativo para los propósitos del pueblo campesino en Colombia. Esto no tiene nada de insurgente. Se trata de una apuesta de construcción de paz desde el territorio. Lo que leímos en el marco del Tercer Encuentro de Anzorc nos sugiere que la búsqueda de la paz no es solamente la del silenciamiento de los fusiles, sino de una paz que garantice el goce efectivo de los derechos, donde por fin la seguridad y la tierra no va a estar en riesgo de ser usurpada”, expresó.
Pérez Cuéllar dijo además que quienes cuestionan las iniciativas agrarias de paz son quienes persiguen intereses oscuros. “Lo que uno se pregunta es cuál es el temor real y de fondo frente a las apuestas de las zonas de reserva campesina en Colombia. Son aquellos que quieren la concentración de las riquezas, un campo sin campesinos, una Colombia dividida, quieren apostarle al fortalecimiento de sus propios agro-negocios, en detrimento de la economía campesina y la soberanía alimentaria”, agregó.
“Se trata de un documento muy significativo para los propósitos del pueblo campesino en Colombia. Esto no tiene nada de insurgente. Se trata de una apuesta de construcción de paz desde el territorio. Lo que leímos en el marco del Tercer Encuentro de Anzorc nos sugiere que la búsqueda de la paz no es solamente la del silenciamiento de los fusiles, sino de una paz que garantice el goce efectivo de los derechos, donde por fin la seguridad y la tierra no va a estar en riesgo de ser usurpada”, expresó.
Pérez Cuéllar dijo además que quienes cuestionan las iniciativas agrarias de paz son quienes persiguen intereses oscuros. “Lo que uno se pregunta es cuál es el temor real y de fondo frente a las apuestas de las zonas de reserva campesina en Colombia. Son aquellos que quieren la concentración de las riquezas, un campo sin campesinos, una Colombia dividida, quieren apostarle al fortalecimiento de sus propios agro-negocios, en detrimento de la economía campesina y la soberanía alimentaria”, agregó.
Finalmente,
el alcalde de San Vicente del Caguán, calificó al segundo municipio de
Caquetá como “la zona de la paz en Colombia”. “Este evento nos permitió
demostrarles a todos ustedes que en el Caguán habitan personas que no
renunciamos a nuestras esperanzas y que aún en medio de la adversidad no
renunciamos a fortalecer un estado real democrático”, puntualizó.
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