Revista Semana 25 de Septiembre 2013
OPINIÓNExmiembro de la llamada ‘Oficina de Envigado’ cuenta que Gaviria asesoró a los jefes de los bloques de alias ‘Don Berna’ en su proceso de desmovilización. ¿Será cierto?
Foto: SEMANA
Un debate electoral
como el que se avecina, y en las actuales circunstancias del país, no
exige otra cosa que transparencia a los candidatos que aspiran al
Senado, la Cámara y la Presidencia, tanto en sus propuestas de futuro
como en sus acciones del pasado.
En ese s
entido, no me preocupa tanto el parentesco del
exasesor presidencial José Obdulio Gaviria con el otrora narcotraficante
Pablo Escobar Gaviria; eso ha sido harto debatido y, a mi juicio, los
cuestionamientos son insulsos. Lo que sí me genera inquietud son asuntos
más recientes, de mediados del año 2000, cuando José Obdulio fungía
como amo y señor de las ideas del entonces presidente Álvaro Uribe
Vélez, desde la Casa de Nariño.
La historia que
quiero contar empezó el 28 de agosto del 2007. Yo trabajaba para una
organización no gubernamental en Medellín en el área de prensa y ese día
recibí una llamada de un hombre que se identificó como ‘Elemento’, un
exmiembro de la llamada ‘Oficina de Envigado’ que, al leer una serie de
informes que había publicado sobre Diego Fernando Murillo Bejarano,
alias ‘Don Berna’, decidió comunicarse conmigo para contarme sus
experiencias como integrante de esa empresa criminal y ayudarme a
entender qué había pasado en la ciudad durante la desmovilización de los
bloques Cacique Nutibara (noviembre del 2003) y Héroes de Granada
(agosto del 2005) de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc).
Ese
contacto telefónico fue el primero de muchos más que se complementaron
con varios correos electrónicos durante varios años, sin que nos
reuniéramos personalmente. En aquella primera conversación me contó de
unas reuniones que se hacían en una oficina ubicada en un prestigioso
hotel de la ciudad y que fue alquilada por Daniel Alberto Mejía Ángel,
alias ‘Danielito’, comandante militar del Bloque Héroes de Granada y
mano derecha de alias ‘Don Berna’.
“En ese
hotel se planeó toda la estrategia política de la Corporación
Democracia”, me dijo el hombre al otro lado de la línea. Esa corporación
se creó en diciembre del 2003 como parte de los acuerdos de
desmovilización del Bloque Cacique Nutibara y sus directivos se
convirtieron en los únicos intermediarios entre los gobiernos local y
nacional y los 868 desmovilizados para el manejo de recursos, atención
sicosocial y procesos de formación. La historia mostraría, varios años
después, que no era otra cosa que un apéndice de la llamada ‘Oficina de
Envigado’.
“¿Sabe quién le brindó capacitación a
la gente de la Corporación Democracia? El asesor ese que tiene el
presidente Álvaro Uribe, José Obdulio Gaviria. En una forma clandestina,
un día a las once de la noche, por el parqueadero lo entramos, lo
subimos, y él era el que decía cómo se hacían las cosas”, me explicó mi
interlocutor.
De esa corporación ya no queda
nada, entre otras razones por sustracción de materia: buena parte de sus
directivos, que se pavoneaban por la ciudad, el país y el exterior como
reinsertados de las Auc, están muertos, detenidos, y uno que otro
escondido, pues se dedicaron al pacifismo de día y a la criminalidad de
noche.
El exasesor presidencial y hoy candidato
al Senado por el movimiento Centro Democrático sabe a qué me estoy
refiriendo, pues de maneras que aún desconozco esa entrevista llegó a
sus manos. Supe de ello a través del portal en Internet de Radio Santa
Fe, de Bogotá, el 1 de noviembre del 2007. Ese día publicaron una nota
titulada “’Bellacos’, llama José Obdulio Gaviria, asesor presidencial, a
periodistas colombianos”. En ella, acusó a varios medios de
comunicación de ‘hacerle el juego’ a quienes en ese momento acusaban de
paramilitarismo al presidente Uribe y a algunos de sus funcionarios.
Lo
que me causó sorpresa fue un par de párrafos en los que se hablaba de
mi entrevista con el exmiembro de la llamada ‘Oficina de Envigado’, la
cual solo conocía un pequeño círculo de confianza y cuyos contenidos no
se iban a publicar. Textualmente, se lee lo siguiente: “El asesor
presidencial manifestó que un periodista, a quien no identificó, está
preparando un artículo donde lo acusa de haber sido un instructor de los
paramilitares en Medellín: ‘El periodista relata en una entrevista que
tuvo con un desmovilizado que yo entraba de noche, por el subterráneo
del Hotel Dann en Medellín, donde los paramilitares tenían un centro de
formación y que yo les daba clases’”.
Lo
curioso de las declaraciones del exasesor presidencial es que hablara de
que “lo iba a acusar”, cuando ni yo mismo sabía qué iba a hacer con la
entrevista que había sostenido con el hombre de la llamada ‘Oficina de
Envigado’, y que se refiriera a este como “un desmovilizado”, cuando la
verdad era un “arrepentido” que integró esa empresa criminal y se
encontraba en una ciudad fronteriza muerto del miedo.
Pero
más allá de esas curiosidades hay preguntas que aún hoy, cinco años
después, no logro responder: ¿Cómo supo José Obdulio de la entrevista
que hice? ¿Quién le dio copia de ella? ¿Mi teléfono estaba intervenido
ilegalmente? ¿Será posible que me cuente, sin acudir a improperios ni
descalificaciones, cómo obtuvo mi material periodístico privado?
Si
no es capaz de responderme, lo mejor para el país es que renuncie a su
candidatura al Senado de la República y le deje ese espacio en la lista
del movimiento que lo respalda a alguien más transparente y sin
sospechas de ninguna clase. Es lo mínimo que puede hacer una persona que
genera tantas dudas y no tiene la suficiente claridad para responder
por algo que, tal vez, raya con el delito.
*Periodista y docente universitario.