Septiembre 16 de 2014.
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Hace un año el congresista Iván Cepeda
le compartió a LAS2ORILLAS varios documentos con los que, el hoy
senador, ha venido reconstruyendo la génesis del paramilitarismo en el
departamento de Antioquia. Cepeda con escrituras en mano parte desde la
adquisición de la finca Las Guacharacas por parte de la familia Uribe
Vélez, pasando por el asesinato de Alberto Uribe Sierra, también la
supuesta sociedad con los hermanos Gallón Henao con la venta de la mitad
de esas tierras, asimismo las primeras convivir que como gobernador
avaló Uribe, el robo de ganado de la guerrillas, hasta llegar la
conformación del Bloque Metro, justamente, advierte Cepeda, en la finca
del hoy senador y expresidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez.
Escrituras, folios notariales, cámaras
de comercio, archivos de prensa, archivos judiciales, decretos
estatales, fotos, declaraciones de exparamilitares e incluso mapas,
harán parte de los argumentos y documentos que Iván Cepeda presentará en
el debate por los nexos con el paramilitarismo que presuntamente tuvo
el exgobernador, expresidente y ahora senador de la República Álvaro
Uribe Vélez. El pasado martes 5 de agosto la comisión segunda del Senado
autorizó el polémico debate de control político que se llevará a cabo
en este miércoles 17 de septiembre de 2014.
Esta es la historia que LAS2ORILLAS, reconstruyó a partir de la investigación de Iván Cepeda:
***
El martes 14 de junio de 1983, Alberto
Uribe Sierra aterrizó en su helicóptero privado en la hacienda Las
Guacharacas. Lo acompañaba su hijo Santiago, su hija María Isabel y el
piloto Bernardo Riberos. Al bajar a la casa principal, Uribe Sierra y su
hijo se sentaron en el corredor mientras María Isabel buscó la cocina
para mandarles a preparar un café. Habrían pasado 15 minutos cuando
advirtieron que un par de hombres armados se aproximaban hasta la
casona. “¡Las Farc!” se apresuró a gritar el hacendado. De modo que
todos se entraron y cerraron las puertas.
— ¡Salgan que no les vamos hacer nada!, grito uno de los forasteros.
— ¡Yo no me voy a entregar!, respondió Uribe Sierra.
Santiago, María Isabel, el piloto y una
de las empleadas se refugiaron en el segundo piso de la casa. Alberto
Uribe Sierra desenfundó su revólver y para asustar a los bandidos abrió
fuego. Los hombres de inmediato respondieron con la lamentable exactitud
de los que quieren imponer justicia con las balas. Un tiro en el pecho
derribó a Uribe Sierra y otro tiro en la cabeza lo dejó inconsciente. Su
hijo Santiago bajó para ayudarle, pero al ver que los bandidos le
empezaron a disparar se echó a correr, se lanzó al río Nus, con un
balazo en la espalda. Como pudo buscó refugio y se hizo el muerto. Los
maleantes la emprendieron contra el helicóptero dejándolo inservible.
Una hora más tarde el ex alcalde de Medellín, Álvaro Uribe Vélez, habría
de conocer la noticia del atentado. Inmediatamente, de manera
impulsiva, decidió alquilar un helicóptero para ir a rescatar a su papá.
El mal tiempo no lo dejó llegar a la zona. Al aterrizar de nuevo en
Medellín le contaron algo que cambiaría el rumbo de su vida; su padre y
mentor, Alberto Uribe Sierra, estaba muerto.
La hacienda Las Guacharacas había sido
adquirida por Inversiones Uribe Vélez en noviembre de 1978. Eran 2.000
hectáreas partidas por la mitad tras el paso del río Nus.
Geográficamente los dominios del margen izquierdo eran suelos del
municipio de Yolombó, mientras que la otra extensión de tierra, donde
quedaba la casa principal, estaba en suelos del municipio de San Roque.
La hacienda tenía como principal actividad la cría, levante y venta de
ganado. En los setenta, los Uribe Vélez se habían dado a conocer por
instalar varios negocios en la Región del Nus que abarcaba los
municipios de Yolombó, San Roque, Santo Domingo y Maceo.
El primer gran conflicto que tuvieron
que lidiar los Uribe Vélez en la zona, se presentó a finales entre 1978 y
1979 en el municipio de Maceo, donde un grupo de 68 trabajadores unió
sus voces creando el sindicato Sintraagrícola. Estos empleados
reclamaban por sus pagos y derechos debido a que los Uribe Vélez se
habían alcanzado con los gastos y el mantenimiento del trapiche cañero.
Alberto Uribe Sierra y su hijo Álvaro se vieron en la obligación de
ceder las escrituras de la finca La Mundial para pagar su deuda con
aquellos campesinos.
Casualmente, muchos años después los
herederos de tal disputa, habrían de denunciar el despojo de aquellas
tierras por parte de grupos paramilitares que se habrían aliado con las
Convivir.
Pero la historia de Las Guacharacas se
partiría en dos a partir de otro hecho calamitoso. El miércoles 2 de
enero de 1995, justo un día después de que Álvaro Uribe Vélez se
posesionara como gobernador de Antioquia, guerrilleros del ELN llegaron
fuertemente armados a la propiedad. Los insurgentes sometieron a los
trabajadores, le prendieron fuego a la casa principal, se robaron 600
reses, media docena de caballos y dieron un plazo de 24 horas a los
jornaleros para que abandonaran el lugar. La ira del gobernador no se
hizo esperar e ipso facto mandó un grupo elite del ejército para
resguardar la zona y dar pronta búsqueda a los culpables. Meses más
tarde llegaría el rumor a la gobernación de Antioquia de que Humberto
Mesa Lopera -alias ‘Juan Pablo’- jefe guerrillero que había liderado la
toma a Las Guacharacas, se pavoneaba por todos los caminos de herradura
en el nordeste antioqueño, montando el mejor caballo que se había robado
de la hacienda de los Uribe Vélez. La ira del líder político estalló.
El gobernador fijó una recompensa para
quien entregara información sobre el paradero de los guerrilleros que
tenían azotada la Región del Nus, principalmente los malhechores de la
quema a Guacharacas. El 10 de octubre de 1996 llegaría la buena nueva,
había caído muerto alias ‘Juan Pablo’ y tres insurgentes más. La muerte
la registró oficialmente el comandante de la IV Brigada del Ejército,
general Alfonso Manosalva Flórez: “Entre los insurgentes que fueron
abatidos está Humberto Mesa Lopera, Alias ‘Juan Pablo’. En 1995, Mesa
Lopera había sido nombrado por la dirección del ELN como el jefe del
frente ‘Bernardo López Arroyave’. Estando en esta agrupación realizó sus
principales acciones delictivas entre las que se destaca su
participación en la quema de la finca Las Guacharacas perteneciente a la
familia del gobernador Álvaro Uribe Vélez”, dijo en su momento el
general.
Las felicitaciones no se harían esperar.
El gobernador Álvaro Uribe Vélez expidió un comunicado público que
decía: “La administración Departamental exalta la labor del mayor
general, Alfonso Manosalva Flórez, comandante de la IV Brigada, de todos
los oficiales y soldados al servicio de la institución, por su
creciente y eficaz compromiso de rescatar la paz para el departamento”.
En el mismo comunicado el gobernador prometía pagar la jugosa recompensa
a los informantes que habían hecho posible la misión.
Sobre el hecho, otros testimonios
contradecían la versión oficial. El soldado Ferney Alberto Cardona,
denunció que el operativo militar contra el jefe guerrillero nunca
ocurrió. Según Cardona, el insurgente alias ‘Juan Pablo’ había sido
capturado por paramilitares y entregado vivo a los oficiales del
ejército. “A ese señor lo capturó el alias ‘Lucas’ y se lo entregó vivo
al señor mayor Clavijo Jesús María y al señor mayor Abondano. A ellos se
lo entregaron vivo junto con otro hombre más y dos mujeres, en un
vehículo Trooper, luego los asesinaron dentro del vehículo a las afueras
del municipio de la Unión, reportándolos como si fuera en combates”,
declaró el soldado Cardona. En investigaciones posteriores la Fiscalía
coincidiría en identificar a Jacinto Alberto Soto Toro, alias ‘Lucas’,
como uno de los comandantes del Bloque Metro.
Evidencias recopiladas por Justicia y
Paz advierten que en el año 1995, meses después de la quema a la
hacienda Las Guacharacas, nacería el Bloque Metro en el municipio de San
Roque. Luis Alberto Villegas Uribe, Pedro David Gallón Henao y Santiago
Gallón Henao fueron los tres primeros hombres en ser acusados de fundar
el grupo paramilitar. Todos ellos tenían propiedades vecinas a la
hacienda Las Guacharacas y habían hecho negocios con los Uribe Vélez.
La relación comercial entre los Uribe
Vélez y los Villegas Uribe había comenzado un año después del asesinato
de Alberto Uribe Sierra. En 1984, Inversiones Uribe Vélez Ltda;
representada por su subgerente Álvaro Uribe Vélez, le vende a Luis
Alberto Villegas Uribe la hacienda La Manada. Predio ubicado a orillas
del río Nus, entre los municipios de Maceo y Yolombó a escasos
kilómetros de Las Guacharacas. Más tarde, en 1990, Santiago Uribe Vélez
le vende a Gloria Elena Cano López, esposa de Luis Alberto Villegas, la
hacienda El Desquite ubicada en el municipio de Maceo.
En 1996 Álvaro Uribe Vélez, actuando
como gobernador de Antioquia, legaliza la creación de la Convivir El
Cóndor, concediéndole la dirección a Luis Alberto Villegas Uribe.
Durante ese año se presenta la desaparición de cuatro personas en San
Roque, la masacre de seis personas en el corregimiento de Providencia,
la masacre de 8 personas en Maceo, el asesinato de tres personas en San
José del Nus y nuevamente la masacre de cinco personas en Providencia.
En 1998 un grupo de investigadores del
CTI realizaría el allanamiento al “Parqueadero Padilla”, lugar donde
funcionaba la oficina de finanzas del Bloque Metro. Allí fue capturado
alias ‘Lucas’ quien se fugó meses después de la cárcel Bella Vista y se
desmovilizó en el año 2003. El análisis de los documentos contables
evidenció que con los dineros de la Convivir El Cóndor se financiaba el
pago a miembros de grupos paramilitares de la zona. María Patricia
Trujillo, mano derecha de Luis Alberto Villegas Uribe y tesorera de la
Convivir El Cóndor, recibió sentencia condenatoria de ocho años de
cárcel por parte del Juzgado Segundo Penal Especializado de Medellín;
aunque el acto fue revocado, en el año 2005 María Patricia Trujillo
solicitó acogerse a Justicia y Paz, y declaró haber hecho parte de las
Autodefensas Unidas de Colombia AUC.
En San Roque, Luis Alberto Villegas
Uribe comenzaría a ser llamado con el alias de ‘Tubo’, después de haber
montado un complejo ‘cartel de la gasolina’. Paramilitares al mando de
Villegas Uribe, instalaron una válvula clandestina en el poliducto
Sebastopol-Medellín, que atraviesa los municipios de Santo Domingo, San
Roque (pasando por Guacharacas) y Maceo. Las ganancias se empezaron a
repartir en un 40 por ciento para Villegas Uribe y el 60 por ciento para
financiar el Bloque Metro. El robó empezó a dar tantas ganancias que
Villegas Uribe montó su propia estación de gasolina.
El lunes 5 de diciembre de 2005 dos
paramilitares llegaron a la estación de gasolina de Luis Alberto
Villegas Uribe en San José del Nus. Entraron a su oficina disparando sin
consideraciones dándole muerte de inmediato. Los autores materiales del
asesinato, los paramilitares Jaison Andrés Lezcano y Milton Anderson
Montoya fueron capturados y meses más tarde sentenciados por los delitos
de homicidio, concierto para delinquir y porte ilegal de armas de uso
privativo. Años más tarde Rodrigo Pérez, alias ‘Julián Bolívar’,
comandante del Bloque Central Bolívar confesó haber ordenado la muerte
de Villegas Uribe. La mortal sentencia de debió por los hechos de no
reportar la instalación de un laboratorio para el procesamiento de
cocaína en Puerto Berrío en sociedad con los Gallón Henao, por haber
hecho caso omiso a la prohibición del hurto de gasolina y por seguir
financiando al Bloque Metro, grupo con el cual Bolívar empezaba a
pelearse el poder del territorio.
Por el otro lado, la relación comercial
entre los Uribe Vélez y los Gallón Henao inició en marzo de 1987. En ese
entonces Inversiones Uribe Vélez le vende a Ganados del Norte -empresa
de los hermanos Gallón Henao- gran parte de la hacienda Las Guacharacas,
exactamente las extensiones de tierra que se circunscriben sobre la
ribera izquierda del río Nús, suelos pertenecientes al municipio de
Yolombó. Los hermanos Pedro David y Santiago Gallón Henao se dieron a
conocer en la esfera nacional por el crimen del jugador de la selección
Colombia, Andrés Escobar. Los hermanos fueron condenados a 15 meses de
cárcel por el delito de “determinadores de falsa denuncia agravada” pero
un par de meses más tarde un juez los dejó en libertad tras pagar una
irrisoria multa.
En la región del Nus, no era un secreto
que Santiago Gallón Henao quien fungía como ganadero, tenía vínculos con
el paramilitarismo y con el narcotráfico. No obstante sus negocios eran
prósperos y tenían el aval del gobierno de turno. La firma Clamasan
S.A. dedicada a la cría, levante y ceba de animales, representada
legalmente por Santiago Gallón, recibió un subsidio de Agro Ingreso
Seguro por más de 140 millones de pesos.
El 10 de julio de 2009, Santiago Gallón
Henao se entregó a la Fiscalía General de la Nación, aceptando que
durante varios años financió grupos paramilitares en diversas regiones
de Antioquia, entre ellos el Bloque Metro, el Bloque Cacique Nutibara,
el Bloque Central Bolívar y el Bloque Héroes de Granada. En el año 2010,
Gallón Henao fue condenado por concierto para delinquir.
En declaraciones a la Fiscalía General
de la Nación, los paramilitares Juan Monsalve y Pablo Hernán Sierra,
alias ‘Alberto Guerrero’, coinciden en denunciar que el Bloque Metro es
creado en respuesta a la quema de la hacienda Las Guacharacas en el año
de 1995. Monsalve Pineda, declaró haber sido trabajador de la hacienda
mucho antes de la quema. Confesó haber ingresado a las filas del Bloque
Metro y denunció que la base militar de dicho grupo era la hacienda Las
Guacharacas. “En la foto donde yo estoy con el camuflado y el fusil, eso
fue en 1996 cuando estábamos cuidando y trabajando en la finca Las
Guacharacas que llegaron las autodefensas que se formaron allá. En la
foto en la parte de atrás se ve la autopista y se ve la casa de la
profesora y el garaje de la finca Guacharacas y se ve la casa de unos
molinos que hay al frente. Ya existía el grupo allí. Hacían parte
Arboleda, Luis Alberto Villegas Uribe y Rober Cano”.
Pablo Hernán Sierra, alias ‘Alberto
Guerrero’, declaró en octubre de 2011 que hizo parte del Bloque Metro,
que los jefes del grupo delictivo fueron alias ´Jota’ y Carlos García
alias ‘Doble Cero’. Además afirmó haber ayudado a financiar la campaña
de Álvaro Uribe Vélez en el año 2002, al promover una subasta ganadera
en la Bocana, y prestarle seguridad en el mismo evento con sus hombres
del Bloque Cacique Pipintá.
Hoy en la parte baja de Las Guacharacas
existen tres barrios; El Despertar, La Esperanza y el barrio Alberto
Uribe Sierra. Mientras que la parte alta sigue siendo propiedad de los
Gallón Henao. La maldición de Gucharacas aún persigue a Álvaro Uribe
Vélez. El pasado 8 de enero la Fiscalía General de la Nación reabrió una
investigación que tuvo origen en hechos ocurridos a finales de los años
noventa. Acusaciones y denuncias refieren que el hoy ex Presidente
Uribe pudo haber contribuido, cuando era Gobernador de Antioquia a la
formación del Bloque Metro de las Autodefensas.
Aunque el exmandatario ha negado
cualquier vínculo con los paramilitares y con la cruenta guerra que se
libró en la región y la hacienda donde asesinaron a su papá, la batalla
jurídica para demostrar que es inocente de los cargos que lo acusan,
apenas comienza.
*Investigación del representante a la Cámara Iván Cepeda y su equipo de trabajo