jueves, 30 de junio de 2016

(Audio) ¿Si estuviese Manuel Marulanda vivo...?

Por: Miguel Suarez (2016-06-24). 
Radio Café Estereo.
(Audio) ¿Si estuviese Manuel Marulanda vivo...? 
Foto: Tomada de Radio Café Estereo

El jueves pasado en una sobria ceremonia con varios presidentes a bordo y cientos de invitados especiales, las delegaciones de la oligarquía colombiana con su presidente a la cabeza y de las FARC–EP, con su comandante Timoleón Jimenez, presentaron a la opinión pública el acuerdo para el Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo; la Dejación de las armas; las garantías de seguridad y la lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores de Derechos Humanos, movimientos sociales o movimientos políticos, incluyendo las organizaciones criminales que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo, y la persecución de las conductas criminales que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz.


Aunque el punto acordado se llama fin del conflicto, esto no quiere decir que se halla llegado a un acuerdo total, pero este acuerdo deja los diálogos en la practica en un punto de no retorno, o sea que la firma del acuerdo final esta muy cercano y especula que podría ser antes de 60 días.
El acuerdo conlleva a un sueño largamente acariciado por la oligarquía colombiana, la desaparición de las FARC-EP, como organización armada.

En la 51 convención Bancaria, Juan Manuel Santos, presidente de la oligarquía colombiana dijo: “El día que firmemos, queridos banqueros, creo que va a ser pronto, las Farc desaparecen. Imagínense ustedes dos minutos lo que eso significa para el país”.

Y en el Foro Económico que se desarrollo en Medellin lo repitió, como muestra de que para la oligarquía significa que desaparezca su contenedor armado mas importante. Santos dijo: “el día que firmemos la paz, el acuerdo con las Farc, desaparecen las Farc”.
La noticia ha sido saludada por todo el mundo, desde guerrerista hasta pacifistas, desde el imperio hasta revolucionarios, pero en algunas personas, incluyéndome, causa preocupación, entre otras por la historia de incumplimientos de la oligarquía colombiana.

Tomando café, viendo la transmisión con un amigo, escuchamos con sorpresa algunos detalles del acuerdo que nos dejaron inicialmente un muy mal sabor y otros detalles muy interesantes. Desde de cavilar un poco mi amigo me hizo la pregunta del millón.

- Y tu que opinas, ¿si estuviese Manuel Marulanda vivo, se daría esto?.
Manuel Marulanda Vélez, el legendario comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), uno de los hombres mas grandes de America, falleció, según video donde esta organización anuncio el hecho al pueblo colombiano, el 26 de marzo de 2008 de un infarto cardíaco.
Fue mucho el whisky que mamó la oligarquía celebrando la muerte de Manuel Marulanda, entre otros Juan Manuel Santos, que hasta trato de adjudicar la muerte a su descompuesto ejercito.

La verdad fue que Manuel Marulanda Vélez murió en brazos de su compañera, sabiendo que las causas de la lucha guerrillera en Colombia siguen presentes como nunca antes: la pobreza, la intransigencia política de las elites y el terror estatal.
Cuando a “Marulo” lo criticaban por la lucha armada solía decir: “Nosotros no impusimos la violencia, la violencia nos la impusieron a nosotros.”

Tratando de responder a la pregunta, hace ya algún tiempo me he dado a la tarea de buscar, basado en la historia lo que hubiese pasado si Manuel Marulanda estuviese vivo.
Hubo un tiempo, hace unos 60 años ya, una vez que Manuel Marulanda se acogido a la paz que pregono el gobierno de turno, los guerrilleros que así lo decidieron dejaron el grupo y el retomó su trabajo como inspector de carretera, específicamente de la carretera que va del Huila, al corregimiento de Gaitania.

Pero ante el asesinato de uno de los guerrilleros y ante el incumplimiento de la palabra del gobierno el joven Marulanda, desenterró sus fusiles, que no había entregado y continuo la lucha por una Colombia en paz y con justicia social.
La historia del genocidio de la Union Patriótica, es otro referente histórico.
En en 1985 como parte de los acuerdos entre el gobierno del presidente Belisario Betancourt, nació este movimiento político mediante el cual, las FARC-EP, con Manuel Marulanda a la cabeza intentaron hacer política sin armas.

En esos días es bueno recordarlo hoy, también se firmo una tregua bilateral. Al final se dio el genocidio de la UP y los hombres de las FARC debieron retomar sus armas y continuar la brega.
En el libro “Farc 20 años. De Marquetalia a la Uribe”, escrito por Carlos Arango Z, encontré este relato donde Manuel Marulanda dice: "De otra parte nosotros somos concientes de que el día que podamos, participar en unas elecciones amplia y democráticamente, pues lo hacemos, ¡por qué no!
Pero si por ahora no lo podemos hacer nosotros entonces estamos de acuerdo en que lo hagan otros. Ponga por caso que nosotros pudiéramos participar libremente en unas elecciones y lográramos llevar ocho o diez parlamentarios al congreso. Pues eso le estaría ahorrando al pueblo colombiano esfuerzos y muertes. En estas cosas nosotros no nos enredamos". 

En el acuerdo conocido, según el cronograma, en seis meses las FARC, sin el gobierno haber cumplido, deberá entregar las armas y allí si veo una diferencia si estuviese Marulanda, quien al respecto dijo a Carlos Arango: "Nosotros pensamos que de todas maneras, haya la pacificación que haya, las armas las seguiremos manteniendo y vamos a organizar al pueblo en determinado momento en autodefensa popular y el pueblo tendrá esas armas para su defensa. Porque si el general Landazábal Reyes nos hubiera entregado armas y ahora las estuviera pidiendo, pues tendría razón. Pero ni él ni nadie nos ha dado armas para que ahora nos las estén pidiendo".

El 6 de septiembre del año 1998 el periódico Clarín de Argentina, publicó las siguientes declaraciones de Marulanda al periodista Pablo Biffi: “De acuerdo con la experiencia que hemos acumulado a lo largo de 40 años de lucha, para resolver los problemas sociales de este país se requiere de la presencia de las FARC. Nosotros haremos un acuerdo en algún momento, pero nuestras armas tienen que ser la garantía de que aquí se va a cumplir lo acordado. En el momento en que desaparezcan las armas, el acuerdo se puede derrumbar. Ese es un tema estratégico que no vamos a discutir”.

La verdad es que por lo menos a mi, consciente de la necesidad de una salida negociada, eso de que "Esto significa ni más ni menos el fin de las FARC como grupo armado" como dijo Santos en su discurso en la Habana, y de que la entrega de las armas que tanto asustan a la oligarquía, se de sin si quiera haberse desmontado el paramilitarismo, es algo que necesita tiempo para asimilarlo.
Los tiempos y la situaciones cambian y la realidad es que este proceso parece no tener reversa, y aunque también saludo el acuerdo, no tan eufóricamente o falsamente como otros, lo cierto es que debemos prepararnos para continuar la lucha con la esperanza de que la oligarquía cumpla lo acordado y que no estemos ad-portas de repetir la historia.

En su discurso el comandante en jefe del estado mayor Central de las FARC-EP, Timoleón Jiménez citó el programa agrario resultado de la Asamblea de los Guerrilleros de Marquetalia, realizada en 1964 con la presencia de Manuel Marulanda Vélez, que dice: “Nosotros somos revolucionarios que luchamos por un cambio de régimen, pero queríamos y luchábamos por ese cambio usando la vía menos dolorosa para nuestro pueblo, la vía pacífica, la vía democrática de masas; esa vía nos fue cerrada violentamente con el pretexto fascista oficial de combatir supuestas repúblicas independientes, y como somos revolucionarios que de una u otra manera jugaremos el papel histórico que nos corresponde, nos tocó buscar la otra vía, la vía revolucionaria armada para la lucha por el poder.”

Las FARC-EP, siempre han propendido por la salida negociada al conflicto, así lo muestra la historia, incluso cuando la agresión a Marquetalia clamaron por el diálogo, pero la oligarquía siempre ha sido sorda y lo mas grave, nunca a cumplido lo acordado.