Comunicado N.03 de 2016 - CPDH celebra la firma de cese al fuego bilateral
El proceso de negociaciones entre el gobierno nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, cierra hoy su punto más álgido: el fin de la confrontación armada.
Después de décadas de guerra y millones de víctimas, las partes de este duro conflicto han decidido empezar la discusión política y el debate público. El silenciamiento de los fusiles, el desarme, es el punto de partida para la búsqueda de la verdad y la consecución de los derechos y dignidades de las víctimas.
Hoy 23 de junio de 2016, en un evento sin precedentes, con la asistencia y garantía de la comunidad internacional, el consejo nacional por la paz y las partes, se firmó el cese bilateral. El comité permanente por la defensa de los derechos humanos; una organización de hombres y mujeres que no solo han aportado en el actual proceso de paz, sino que ha sido uno de sus principales principios, el no ahorrar esfuerzos y hacer todos los aportes necesarios a la solución política negociada entre el gobierno y las insurgencias; por ello en esta nueva etapa, la era de la construcción de paz, la sociedad civil y las organizaciones sociales han contribuido de diferentes formas para que sea el diálogo la manera más acertada de solucionar los conflictos en Colombia. Saludamos y felicitamos a las dos delegaciones, por dar este trascendental paso hacia la paz, a fin de ser estable y duradera y con las garantías necesarias, así como el cumplimiento pleno de los derechos de las y los colombianos.
Insistimos, para que la paz sea completa, el gobierno debe continuar las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional, y debe comprometerse a desarticular la estructura terrorista y criminal de los grupos sucesores del paramilitarismo.
Este es el momento para que la sociedad colombiana fortalezca su esperanza y sus anhelos de vivir en un país en paz, pero que a su vez sea un momento de introspección para que el gobierno asuma la voluntad política, y que deje de invertir miles de millones en gasto militar y los empiece a invertir en la base social, haciendo presencia efectiva en los territorios como Estado, supliendo las necesidades y derechos fundamentales que durante medio siglo han sido cooptados con la excusa del conflicto armado. El inicio del conflicto armado tuvo su origen por el abandono estatal, agudizando los conflictos sociales y económicos, los cuales deben ser resueltos por parte del Estado Colombiano.
Comienza para las organizaciones defensoras de los derechos humanos, una nueva etapa de trabajo y de retos, en pro de la reconciliación, de la búsqueda de la justicia. Somos conscientes de que los compromisos se deben continuar asumiendo con seriedad y responsabilidad, máxime cuando en estos momentos se debe lograr que la sociedad conozca y comprenda los vigentes acuerdos, mediante de pedagogía de los acuerdos y de esta manera empoderar a la sociedad de los múltiples espacios de participación y construcción de caminos de reconciliación y paz. Los defensores y defensoras seguiremos haciendo los aportes necesarios para seguir en el reconocimiento, respeto, promoción y protección de los derechos y las libertades democráticas.
Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CPDH)
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