jueves, 16 de enero de 2014

EL DISCURSO FRESCO Y ESPERANZADOR DE LA UNION PATRIOTICA

Por: Nelson Lombana Silva
Miércoles 15 de Enero de 2014.
 

El taller nacional organizado por la Unión Patriótica ayer en Bogotá se realizó con éxito. Delegados de distintas regiones del país asistieron puntualmente a ultimar detalles de cara al debate electoral que se desarrollada atropelladamente en extensas zonas del país.

Uno de los puntos más emotivos del encuentro fue el informe de las distintas regiones, sus expectativas y sus proyecciones. Desde la Guajira, hasta Vaupés, Nariño y Arauca, pasando por los departamentos de la región andina y otras regiones de la bella geografía colombiana, las voces con identidad propia inundaron el recinto manifestando ampliamente lo que viene sucediendo  desde el surgimiento de la Unión Patriótica y que los medios masivos de comunicación callan descaradamente, desconociendo las más elementales normas éticas del periodismo.


Se podría sintetizar los distintos informes en tres aspectos fundamentales: Uno tiene que ver con la gran expectativa a nivel nacional que ha generado la reaparición de la UP; dos, las pocas garantías que ofrece el establecimiento para el desarrollo de la campaña de este movimiento político de izquierda; tres, la decisión de dar la batalla electoral por la paz con justicia social, la defensa de la soberanía nacional, el rechazo a los tratados de libre comercio, la intromisión de los Estados Unidos en los asuntos internos del país y el rechazo a la locomotora minero – energética.


El discurso de la UP


El discurso de la Unión Patriótica es fresco y esperanzador para millones y millones de colombianos. Encarna el sueño del pueblo mil veces malogrado por esta rancia oligarquía. Es un discurso lleno de verdad y de esperanza, por cuanto su finalidad es convencer, no imponer o engañar.


El militante sobreviviente de la Unión Patriótica está comprometido a llegar a los distintos sectores que conforman la sociedad colombiana, ante todo con la verdad y la propuesta bien argumentada. Es la gran diferencia con la derecha. La derecha es comprar a través de la promesa, de la mentira, el engaño o la amenaza, el terrorismo de Estado. Resulta vox populi – por ejemplo – que a cada trabajador, obrero o empleado le están colocando de tarea un número determinado de votos que debe conseguir, de lo contrario, será despedido. Es más: Debe aportar de su miserable salario una parte para la campaña. La misión de la izquierda, en cambio, es educar políticamente al pueblo, denunciar la podredumbre del régimen y lanzar propuestas de unidad, de organización y de lucha en aras de exigir los derechos históricamente desconocidos por los que siempre han tenido el poder en sus manos.


Por eso el discurso de la Up es fresco, moderno, actualizado, esperanzador e incluso, ético. La Up no ve al pueblo como objeto, lo valora como sujeto. Ese discurso revolucionario, que fue asesinado a través del brutal genocidio y que le costó la vida a más de cinco mil de sus importantes miembros, renace ahora sin odio, sin frustración o desesperanza; todo lo contrario, con amor, esperanza y optimismo de que otro país es posible.


Ese mensaje lo viene asumiendo el pueblo y así lo dijeron los delegados de las distintas regiones del país que concurrieron al taller electoral realizador ayer en la gélida Bogotá. Ese mensaje que ignora los medios masivos de comunicación a propósito, en cumplimiento a la orden del régimen capitalista.


Campaña sin garantías


La otra gran verdad que salió a flote son las garantías que ofrece el Estado para que la Unión Patriótica desarrolle su campaña en todo el país. Partiendo de la certeza de que nunca la izquierda colombiana ha tenido ni siquiera las mínimas garantías para el desarrollo de la campaña política, hay que decir que en estos momentos la Unión Patriótica continúa batiéndose en esa cruda realidad.


Persiste la estigmatización, el señalamiento y la incomunicación. Todo el dinero del mundo, legal e ilegal, está al servicio de la campaña de la derecha. Solo un ejemplo: Mientras un candidato de derecha entrega en el sur del Tolima cientos y cientos de mercados navideños y ordena a los indígenas armar listas de votantes para pagar bien los votos, la Up no tiene para imprimir una fotocopia de su propuesta electoral. Mientras hay minutos y minutos eternos para estos candidatos exponer sus mentiras en los medios, la izquierda no tiene sino fracción de segundos y de vez en cuando.


Persiste el asesinato y el encarcelamiento de la izquierda. El año pasado 26 militantes de la Marcha Patriótica fueron asesinados en Colombia, hoy se encuentran tras de las rejas del régimen, miles y miles de presos políticos, los más recientes el compañero Buitrago Cangrejo del Partido Comunista del municipio de Dolores, Tolima y David Ravelo; Huber Ballesteros y el profesor Toloza de la Marcha Patriótica.


No es un secreto de que hay zonas completas donde la Up no puede entrar a hacer política porque el binomio militar – paramilitar, los terratenientes y oligarcas se lo impiden.


Sin embargo, el presidente Juan Manuel Santos hace espuma diciéndole a la comunidad nacional e internacional que hay todas las garantías para la izquierda y especialmente para la reaparición de la Unión Patriótica en la arena nacional y abiertamente.


“La Up llegó para quedarse”


A pesar de ese crudo ambiente, terriblemente realista, sin ningún tipo de exageración, la decisión unánime de los asistentes al taller nacional es que la Unión Patriótica reapareció con fuerza y para quedarse. Es decir, la moral revolucionaria es grande, el espíritu de lucha y resistencia está a toda prueba y eso llena de esperanza el futuro de la patria.


Brilla la lucha de clases y su producto de esta lucha se comienza a clarificar a favor del pueblo. Lily Ipuz Medina, la candidata a la cámara por el Tolima, se prende de esa realidad tozuda para llamar a la izquierda a la unidad y a no retroceder. Por el contrario, superar los linderos y abrazar la concreción de un frente amplio por la paz con justicia social y la democracia. En esa misma dirección hablan Carlos Arturo Lozano Guillén y la compañera Lilia Solano Ramírez, candidata por la Unión Patriótica al Parlamento Andino marcada en el tarjetón con el número 501.


La decisión tomada ayer es vencer las dificultades y continuar la lucha hacia el puerto victorioso de un cambio total que nos impulse hacia el socialismo. Ciertamente renace la esperanza al renacer la Unión Patriótica, Up y eso tenemos que idearnos mecanismos para contarlo abiertamente a todos y todas.