Por: Delegación de paz de las FARC-EP
Domingo 19 de Enero 2014.
La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, enero 19 de 2014.
- Política antidrogas para la soberanía y el buen vivir de los pobres del campo
- Condiciones estructurales para la superación de los usos ilícitos de los cultivos de coca, amapola y marihuana
En desarrollo de los lineamientos generales de la “Política antidrogas para la soberanía y el buen vivir de los pobres del campo”,
las FARC-EP presentan cinco propuestas mínimas correspondientes a las
“Condiciones estructurales para la superación de los usos ilícitos de
los cultivos de coca, amapola y marihuana”:
- 1. Diseño e implementación del “Programa Nacional de sustitución de los usos ilícitos de los cultivos de hoja de coca, amapola y marihuana”.
- 2. Reconocimiento y respeto de los territorios de las comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes.
- 3. Prevalencia de los derechos humanos en las políticas de sustitución de los usos ilícitos de los cultivos.
- 4. Buen vivir para las comunidades campesinas y los núcleos familiares que las conforman.
- 5. Mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores de los cultivos de coca, amapola y marihuana.
2.1. Diseño e implementación del “Programa
Nacional de sustitución de los usos ilícitos de los cultivos de coca,
amapola y marihuana”
En consideración a que las causas fundamentales de la
aparición y la expansión de los usos ilícitos de los cultivos de coca,
amapola y marihuana son de carácter socioeconómico y se encuentran en la
pobreza y miseria de los desposeídos, expropiados y desplazados del
campo, de las comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes, la
política de superación de los usos ilícitos de estos cultivos se
comprenderá como un capítulo especial del proceso de reforma rural y
agraria integral, socioambiental, democrática y participativa.
2.2. Reconocimiento y respeto de los territorios de las comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes
Teniendo en cuenta que parte importante de los cultivos de
coca, amapola y marihuana se encuentran en territorios campesinos,
indígenas y afrodescendientes, las políticas tendientes a la sustitución
de los usos ilícitos de dichos cultivos, se fundamentarán en la
protección constitucional y legal de esos territorios, incluidos el
reconocimiento y el respeto por la autonomía de las comunidades en su
gobierno y gestión, así como el derecho a la consulta previa. La
protección constitucional y legal de los territorios conlleva su
sustracción de proyectos de exploración y extracción minero-energética
transnacional y a gran escala, la implementación de planes de desarrollo
alternativo, el cuidado y la recuperación socioambiental, la protección
de bienes comunes como el agua, la biodiversidad y las semillas
nativas, y la generación de condiciones para la soberanía y la seguridad
alimentarias. Especial atención merecerán los territorios campesinos,
en la forma de Zonas de Reserva Campesina.
2.3. Prevalencia de los derechos humanos en las políticas de sustitución de los usos ilícitos de los cultivos
En la política de sustitución de los usos ilícitos de los
cultivos, prevalecerá un enfoque de derechos humanos integrales,
civiles, políticos, económicos, sociales y culturales sobre políticas de
interdicción o prohibición, de persecución, estigmatización y
criminalización. El enfoque de derechos humanos será diferenciado y con
perspectiva de género. Especial atención tendrán las mujeres y los
jóvenes cultivadores de coca, amapola y marihuana.
2.4. Buen vivir para las comunidades campesinas y los núcleos familiares que las conforman
El propósito principal de las políticas sustitución de los
usos ilícitos de los cultivos de coca, amapola y marihuana consiste en
contribuir a garantizar el buen vivir de las comunidades campesinas y de
los núcleos familiares que las conforman, que por razones
socioeconómicas se han visto obligados a convertirse en eslabones, los
más débiles, de una empresa capitalista transnacional de carácter
criminal. Asimismo, se trata de proveer las condiciones estructurales
para trabajo e ingreso dignos, acompañadas de las dotaciones de
infraestructura física, en vías y comunicaciones, sociales, culturales,
ambientales, políticas e institucionales, requeridas para el disfrute
pleno de los derechos humanos integrales.
2.5. Mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores de los cultivos de hoja de coca, amapola y marihuana
Los trabajadores y asalariados del campo, incorporados en
la producción de cultivos de coca, amapola y marihuana, tales como
recolectores, amedieros y demás obreros, que conforman una masa laboral
móvil e inestable merecerán especial atención a fin de superar sus
condiciones precarias de existencia, trabajo e ingreso. Para tal efecto,
se considerarán medidas especiales tendientes a garantizar el acceso a
la tierra, su incorporación estable en las comunidades campesinas,
trabajo e ingresos dignos y, en general, garantías para el pleno
disfrute de los derechos humanos integrales.
DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FARC-EP