13 de Mayo 2013
Foto: Semana
En un acto muy “espontáneo” el comandante del fuerte lideró un particular recorrido por la cárcel militar.
El
pasado 8 de mayo el general Fernando Pineda, comandante del Centro
Nacional de Entrenamiento del Ejército (CENAE), mejor conocido como la
base militar de Tolemaida, fue el protagonista de un particular evento.
El alto oficial visitó el Centro de Reclusión Militar (CRM), que se encuentra en ese fuerte y que desde hace dos años ha sido el epicentro de denuncias debido a los privilegios que tienen algunos de los militares que allí se encuentran cumpliendo condenas de más de 30 años. El escándalo más reciente fue revelado por SEMANA a mediados de abril bajo el título 'Tolemaida Tours'.
Una vez allí, el militar contó con la buena fortuna de que en el
preciso instante en que iba a ingresar al penal una cámara de un
noticiero nacional, que iba a inspeccionar que se estuvieran cumpliendo
las normas del penal, lo grabó.
En la nota periodística que
fue emitida tres días después, se ve al general Pineda cuando es
requisado por dos soldados de la Policía militar antes de ingresar a la
cárcel. Algo extremadamente inusual, pues no es nada común que un
oficial de su rango, y menos tratándose del comandante del fuerte, sea
inspeccionado por sus subalternos.
La requisa, así como la
visita “sorpresa” del general, quedó grabada en video. También el
espontáneo recorrido que realizó el oficial acompañado de cámaras de
televisión por los corredores y otros lugares del penal en donde se
observa a los militares detenidos trabajando juiciosamente en talleres
de carpintería y otras labores. Con el espontáneo tour, el comandante
del fuerte de Tolemaida pretendía mostrar la recia disciplina que
existe, así como las estrictas normas que se aplican en el penal
militar.
La “sorpresiva” visita del general Pineda a sus
hombres detenidos ocurrió 24 horas después de que una comisión de la
Fiscalía llegó Tolemaida para Inspeccionar el lugar como parte de la
investigación por el atentado contra un periodista de SEMANA ocurrido el
pasado primero de mayo a unos kilómetros de ese lugar.
Durante
la inusitada inspección, el alto oficial permitió que los periodistas
entrevistaran al representante de los 384 internos detenidos allí. Se
trata del teniente retirado Alejandro Ramírez, quien cumple una condena
de 30 años de prisión por ejecuciones extrajudiciales o ‘falsos
positivos’. El exoficial leyó un comunicado en el que pedían, entre
otras cosas, que los militares detenidos sean tenidos en cuenta en los
diálogos entre el gobierno y las FARC, en La Habana, Cuba, en el tema de
justicia transicional, y pidió justicia y equidad para sus procesos.
En
su declaración el oficial detenido soltó varias perlas: “De ninguna
manera nosotros participamos en esto (el atentado al periodista de
SEMANA) y si llegase alguien a estar involucrado, no sería el 95 o 98
por ciento de la población...”. Resulta intrigante, por decir lo menos, y
eventualmente interesante para las autoridades, preguntarle a Ramírez o
al general Pineda qué pasa con ese otro 2 ó 5 por ciento de internos,
por los que los reclusos no meten la mano al fuego.
No menos
curioso es que en la declaración ante las cámaras del representante de
los internos -autorizado por el comandante de la base de Tolemaida- haga
énfasis en que en ese centro de reclusión no hay armas o venta y
consumo de drogas. ¿Acaso se están preparando y anticipando para una
eventual denuncia sobre estos asuntos?
Lo que no dijo el
general, o por lo menos no quedó claro en la nota periodística del
domingo pasado, es que los privilegios de los allí detenidos continúan.
Semana.com está en capacidad de confirmar que, aún, a pesar de los
recientes escándalos, al menos una docena de los internos continúan
utilizando sus teléfonos celulares de última tecnología. El martes y el
viernes pasado este medio se comunicó vía celular con algunos de ellos.
Es
por eso que el show mediático del general Pineda, que tenía la
finalidad de despejar dudas sobre lo que allí sucede, se le podría
devolver. Es muy posible que la Procuraduría y la Fiscalía, que indagan
por los privilegios irregulares, así como por el atentado contra un
periodista, encuentren interesante el hecho de que un militar diga que
el 2 o el 5 por ciento de los detenidos en Tolemaida tendrían que ver
con el atentado al comunicador.