sábado, 16 de julio de 2016

Un adios para mi madre

Escrito por Ivan Marquez el 8 de Julio de 2016.
Un adios para mi madre 
Apreciada familia, estimados amigos y amigas, compañeras y compañeros reunidos en este triste adiós a la madre de un guerrillero:


Mi afecto los saluda y los abraza. Agradezco a la vida la posibilidad de estar aquí dando la despedida a una ser amado, que, aunque haya partido, presiento, seguirá entre nosotros empujando hacia adelante la reconciliación de Colombia.

Deseaba ella con todas las fuerzas de su corazón que su hijo insurgente estuviera de regreso tras el fin de la guerra, acompañándola en su vejez… Para Carmelita, que me dio la vida y la esperanza en un mundo mejor, deposito sobre su tumba, la rosa roja de mi corazón, y el llanto y el amor de mis hermanas y hermanos.

Con su bendición, mamá, y la de toda la gente bondadosa de este país, que es la abrumadora mayoría, tendremos paz con dignidad. Tal vez, sus plegarias y oraciones tuvieron que ver con los avances que se están dando en la Mesa de Diálogos de La Habana… Cada vez estamos más cerca de lograr que las madres en Colombia no lloren más a sus hijos guerrilleros, militares o policías caídos en combate o en cualquier otra circunstancia del conflicto.

Caminaremos, como dice el poeta, hasta los sembradíos, y enterraremos esperanzadamente todos los fusiles, para que una raíz de pólvora haga estallar en mariposas, sus tallos minerales en una primavera futural y altiva, repleta de palomas.

Convertiremos el dolor en esperanza; la esperanza para decirles a las madres que esperan a sus hijos, que ellos vendrán.

Y si a acaso algunos no regresan, les diremos con Neruda: Madres atravesadas por la angustia y la muerte, mirad el corazón del noble día que nace, y sabed que vuestros muertos sonríen desde la tierra levantando los puños sobre el trigo. (Yo diría, estando en el Huila, sobre los arrozales).

Gracias por su presencia, los queremos a todos; muchas Gracias.