Por: Organizaciones sociales
Mayo 28 de 2016.
Cumbre
Agraria convoca a minga nacional por el buen vivir, una reforma agraria
estructural y una ciudad digna
La Cumbre Agraria, compuesta por diferentes organizaciones sociales, tomó la
decisión de realizar una minga a nivel nacional. Foto: Internet
Convocamos
al conjunto del pueblo colombiano a hacer parte de la Gran Minga Nacional
"Sembrando Esperanza, Cosechando País" participando en las acciones
de movilización pacífica que se avecinan para expresar nuestra inconformidad
con el actual modelo económico y de desarrollo, que no corresponde con los
sueños del pueblo por alcanzar la paz con justicia social y ambiental.
El
gobierno de Juan Manuel Santos y sus predecesores, han sido enfáticos al
expresar públicamente que el modelo de desarrollo del país no es negociable y
aunque la ciudadanía se ha manifestado en contra del mismo, el Estado
colombiano sigue sin escuchar u ofrecer alternativas sostenibles para dar
solución de fondo y de manera estructural a la crisis económica, ambiental y
social que se agudiza en todo el territorio colombiano.
Hoy
nuestro llamado es a enfrentar las nocivas políticas extractivistas que ponen
en riesgo los bienes naturales, la soberanía nacional y la pervivencia física y
cultural de las comunidades rurales y del conjunto del pueblo colombiano.
Este
llamamiento también responde a la indiferencia e incumplimiento sistemático en
el que viene incurriendo el gobierno a los acuerdos alcanzados tras los Paros
Agrarios y Minga Indígena de 2013 y 2014, así como las jornadas de indignación de
2015 y los pliegos de exigencia presentados tras las movilizaciones del 24 de
enero y 17 de marzo de 2016.
El
gobierno sigue incumplimiento las órdenes de la Corte Constitucional para la
protección de las victimas (Sentencia T-025), postergando la reparación
integral contemplada en la ley 1448/11.
Minga realizada por
indígenas del Cauca. Foto: Notimundo.
Diversos
sectores sociales (victimas, ambientales, transportadores, sindicales, mujeres,
educativos, urbanos y rurales entre otros) venimos oponiéndonos a las políticas
gubernamentales que responden a los Tratados de Libre Comercio y se expresan en
el Plan Nacional de Desarrollo (PND) que pone en venta los recursos
estratégicos de la nación, las empresas públicas, los bienes energéticos, el
agua y distribuye de manera inequitativa la tierra, aumentando los beneficios
en favor de unos pocos y excluyendo a millones de ciudadanos, campesinos,
indígenas y negros de sus legítimos derechos.
Nos
oponemos también de manera radical a la ley de seguridad ciudadana, que viola
las libertades democráticas, al nuevo código de policía y la actuación
represiva por parte del Esmad contra las justas protestas de las personas.
Nos
oponemos a las detenciones arbitrarias, la persecución, hostigamientos y
asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos, así como la
nueva fase de paramilitarismo que atenta gravemente contra las organizaciones
sociales populares y pone en riesgo la consecución de una paz estable y
duradera.
Reiteramos
nuestro apoyo al proceso de diálogos de paz con las FARC y con el ELN, pues
estamos convencidos de la salida negociada al conflicto armado; pero de la
misma manera, consideramos que se requieren soluciones concertadas al conflicto
social, político y económico, necesarias para una paz con justicia social y
ambiental.
En
consecuencia, y como una justa e histórica reivindicación, reclamamos del
gobierno nacional que se garantice la participación activa, vinculante y
decisoria de las comunidades para diseñar y construir la reforma agraria
Integral que redistribuya y democratice la propiedad de la tierra y reoriente
el modelo de desarrollo económico en armonía con la naturaleza y la diversidad
cultural.
Reiteramos
el llamado amplio a todas las personas y comunidades del campo y la ciudad,
para que expresemos en un solo sentir nuestra voz de esperanza por un cambio de
rumbo en el país, que garantice el buen vivir de las presentes y futuras
generaciones.
Pongámonos
la ruana, el sombrero, el bastón de mando y salgamos a caminar la palabra en
calles y carreteras, campos y ciudades, para manifestar nuestro compromiso en
defensa del agua, el alimento, a las semillas nativas, a la naturaleza y la
identidad cultural. Nuestra lucha es por la vida.