viernes, 23 de marzo de 2012

URGENTE. El Partido Comunista de Chile llama a la Solidaridad Internacional con Aysén

El Gobierno de la Derecha ha declarado la guerra al Pueblo de la Patagonia



El Partido Comunista de Chile denuncia, ante la comunidad internacional, la represión criminal que el gobierno de Sebastián Piñera ha desatado sobre el Pueblo de la Aysén. Hacemos un llamado urgente a los/as chilenos/as en el exterior, a los partidos democráticos y de izquierda, a las organizaciones de defensa de los derechos humanos a expresar su condena pública por estos hechos y a impulsar manifestaciones ante las representaciones chilenas alrededor del mundo, además de las acciones oficiales que exijan al gobierno de Chile una solución inmediata a este conflicto. 

En la región de Aysén, ubicada en la Patagonia norte chilena, se ha desarrollado, durante ya más de un mes, un proceso de movilización social ejemplar. Las organizaciones sindicales, territoriales y ambientales, unificadas en la Mesa Social de Aysén, han levantado de forma transversal un petitorio de 10 puntos, demandando al gobierno soluciones al aíslamiento geográfico, al alto costo de la vida, a la graves carencias en salud y educación, a la depredación de los recursos naturales y a la profunda inequidad socioeconómica en la región. Estas demandas y la conducción de la Mesa Social de Aysén cuentan con un respaldo prácticamente unánime en la región, el que se ha visto ratificado en las multitudinarias convocatorias a marchas y manifestaciones de las últimas semanas. En todo momento, el movimiento ha buscado establecer espacios de negociación para resolver sus demandas, y las acciones de fuerza que ha desplegado, particularmente los cortes de ruta, han sido en respuesta a la absoluta falta de voluntad del gobierno para entablar el diálogo con sus legítimos representantes.
 
Profundizando la política represiva y de criminalización con que enfrentó las movilizaciones del pueblo de Magallanes y del Movimiento Estudiantil el año pasado, el gobierno de Sebastián Piñera ha instalado en la zona un fuerte contingente de Fuerzas Especiales de Carabineros, cuerpo represivo de élite de la policía militarizada chilena, lo que ha provocado un recrudecimiento de la violencia, el abuso policial e innumerables heridos entre la población movilizada. A inicios de la semana, el gobierno ha invocado la aplicación de la Ley de Seguridad Interior del Estado, legislación represiva legada por la dictadura pinochetista, con el objetivo de amedrentar a los manifestantes y desarticular al movimiento.


La escalada de violencia impuesta por el gobierno de la derecha al Pueblo de Aysén ha rebasado todos los limites que una sociedad democrática tiene el deber de respetar. Hoy, en un episodio que sólo tiene comparación con las acciones del Terrorismo de Estado instaurado por la dictadura militar pinochetista, un nuevo contingente policial enviado a la zona ha desarrollado maniobras propias de un estado de guerra dirigidas a las ciudades de Puerto Aysén y Coyhaique. Son innumerables los reportes de golpizas, del uso indiscriminado de armas de fuego por parte las fuerzas policiales, además de las denuncias de heridos por perdigones y balines entre la población civil.


El ministro del interior, Rodrigo Hinzpeter, investido como Vicepresidente de la República por la ausencia del país de Sebastián Piñera, es el principal responsable del recrudecimiento de la violencia en la Región de Aysén. No se trata de un problema de Orden Público, como quiere el gobierno, sino de la decisión de la derecha de llevar adelante una guerra interna, no declarada, en contra del Pueblo de la Patagonia. Las acciones del gobierno y de las fuerzas policiales vulneran los Convenios Internacionales de Derechos Humanos suscritos por nuestro país y ponen en riesgo humanitario a la población de Aysén. Los riesgos de la situación creada por el gobierno son inmensos, y tal como han expresado los dirigentes de la Mesa Social, el ministro Hinzpeter deberá asumir la absoluta responsabilidad de sus acciones y sus consecuencias.


En este contexto, el Partido Comunista de Chile reitera su exigencia al gobierno de retirar el contingente represivo de la región y de restablecer el espacio de negociación con la Mesa Social de Aysén, como único camino viable para terminar con la violencia y llegar a una solución a las demandas del pueblo de la Patagonia. Reiteramos nuestro llamado a la acción urgente a todas las fuerzas democráticas del mundo a extender la solidaridad internacional con el Pueblo de Aysén, exigiendo al gobierno de Chile el término inmediato de la represión y el restablecimiento del imperio de los Derechos Humanos en nuestro país.

COMISIÓN DE RELACIONES INTERNACIONALES
PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
Santiago de Chile, 21 de marzo 2012
URGENT
Communist Party of Chile calls for International Solidarity with Aysen the Government of Piñera has declared war on the people of Patagonia
Communist Party of Chile complaint, before the international community, the criminal repression that the government of Sebastian Piñera has unleashed on the People of Aysen. We urge the Chilean abroad, the democratic and left parties and the organizations of defense of human rights to express public condemnation for these acts and to promote actions to Chilean representations worldwide, in addition to official actions to require the government of Chile for an immediate solution to this conflict.
In the region of Aysen, located in the northern Chilean Patagonia, has developed during more than a month, an exemplary process of social mobilization. Trade unions, territorial and environmental organizations, unified in the Social Front of Aysen, have transversely raised a 10 point petition, demanding to the government solutions to geographic isolation, the high cost of living, the serious lacks in health and education, to the depredation of natural resources and deep socioeconomic inequality in the region. These claims and the conduct of the Social Front of Aysen have a virtually unanimous support in the region, which has been confirmed in the mass marches and demonstrations of the recent weeks. At all times, the movement has sought to create opportunities for negotiation to resolve their demands, and actions of force has been deployed, particularly the roadblocks, in response to the government’s complete lack willingness to engage in dialogue with their legitimate representatives.
Deepening the policy of repression and criminalization used with the protests of the people of Magallanes and the Student Movement during last year, the government of Sebastián Piñera has installed in the area a strong contingent of police special forces, elite repressive body of chilean’s militarized police, which has caused an upsurge in violence, police abuse and countless injuries among mobilized people. Earlier this week, the government has invoked the application of the Law on State Security, repressive legislation left by the Pinochet dictatorship, in order to intimidate the protesters and dismantle the movement.
The escalation of violence imposed by the right wing government to the people of Aysen has exceeded all limits that a democratic society has the duty to respect. Today, in an episode that can only be compared with the actions of state terrorism introduced by the Pinochet military dictatorship, a new police contingent sent to the area has developed maneuvers of a state of war, directed to the cities of Puerto Aysen and Coyhaique. There are countless reports of beatings, indiscriminate use of firearms by police forces, as well as reports of wounded by buckshot and pellets among the civilian population.


Interior Minister, Rodrigo Hinzpeter, Vice President in exercise because of the absence from the country of Sebastián Piñera, is primarily responsible for the upsurge in violence in the Region of Aysen. This is not a problem of public order, as the government wants, but the decision of the right to carry out an internal undeclared war against the People of the Patagonia. The actions of government and police forces violate international human rights conventions signed by our country and jeopardize human rights of Aysén population. The risks of the situation created by the government are immense, and as expressed by the leaders of the Social Front, the Minister Hinzpeter shall accept full responsibility for his actions and their consequences.
In this context, the Communist Party of Chile reiterates its requiring the government to withdraw the repressive contingent of the region and to restore the space to negotiate with the Social Front of Aysen, as the only viable way to end the violence and reach a solution to the demands of the people of Patagonia. We reiterate our call for urgent action to all democratic forces in the world to extend international solidarity with the People of Aysen, demanding to the Chilean government the immediate end of repression and the restoration of human rights’ respect in our country.

COMMISSION FOR INTERNATIONAL RELATIONS
COMMUNIST PARTY OF CHILE
Santiago de Chile, March 21, 2012