2012-07-13abpnoticias-Piedad Córdoba * y Carlos Lozano Guillén-Estimado
Atilio Boron: recibe un fraterno abrazo de las y los miembros de Marcha
Patriótica. Agradecemos tu artículo de opinión en el que presentas un balance a
la opinión pública internacional, sobre la XVIII edición del Foro de San Pablo,
realizado del 4 al 6 de julio pasados en Caracas.
En tu escrito planteas un análisis crítico de lo allí discutido, como un
aporte que no dudamos está inspirado en el espíritu de reflexión que nos
llevará a mejores condiciones para resistir y transformar el modelo económico
hegemónico, como lo haces junto a otros prestigiosos intelectuales y dirigentes
de América latina, cuya apuesta es la dignidad de los pueblos, su derecho a la
vida, su afirmación de un proceso de liberación y poder que, como señaló Simón
Bolívar, y nos lo recordó el presidente Hugo Chávez el viernes 7 de julio,
represente la posibilidad de la mayor suma de felicidad para la humanidad.
Tu texto generó la respuesta del secretario ejecutivo del Foro, Valter
Pomar, sobre varios puntos, uno de los cuales concierne a nuestra presencia en
Caracas, participando de las deliberaciones del Foro, en medio de la inmensa
acogida y el manifiesto apoyo a nuestra labor como expresión del anhelo del
pueblo colombiano en la búsqueda y construcción de la justicia y la paz.
Si bien fue para nosotras y nosotros una experiencia enriquecedora, de otro
lado fue también frustrante, por las limitaciones que impidieron, por esta vez,
que la Marcha Patriótica fuera aceptada como miembro de tan importante
escenario de la izquierda mundial. Efectivamente, nuestra expectativa era ser
recibidos como miembro con pleno derecho, comprendiendo que para ello debe
surtirse un trámite, cumpliendo unas reglas que en esta ocasión por diversas
circunstancias no pudieron verificarse.
Fue por eso que atentos a las difíciles condiciones bajo las cuales se
desenvuelve la vida política colombiana insistimos no sólo sobre nuestra
membresía sino también en la necesidad de recurrir a cuantos medios estén a
nuestro alcance para comprometer a las y los humanistas, a organizaciones de la
izquierda continental y mundial, en iniciativas de análisis, debate y
acompañamiento de propuestas que nos ayuden a superar la cruenta guerra que se
vive en Colombia. Cuando nuestra representante en el Foro, Piedad Córdoba Ruiz,
propuso redoblar esfuerzos, concretar y caracterizar una misión para ser
enviada a Colombia, desde la Secretaría del Foro se le impidió formalizar esta
solicitud y dar a conocer los términos para la misma. No sólo se le impuso que
adicionalmente debería hablar con un diputado latinoamericano, que aprobara la
inclusión previa de unos párrafos sino que también se le negó el uso de la
palabra, con la excusa de que si se le otorgaba a ella habría también que
dársela a otras personas de Colombia, cuando existía un amplio consenso para
que nuestra representante fuera escuchada.
En su frustrada intervención Piedad Córdoba Ruiz deseaba a agradecer en
nombre de Colombianas y Colombianos por la Paz , y de organizaciones y grupos
comprometidos en la búsqueda de caminos que permitan la finalización del
conflicto armado, las gestiones de la presidenta Dilma Rousseff y del ex
presidente Lula, de Brasil, quienes facilitaron las liberaciones de personas cautivas
en poder de la insurgencia, y al presidente Hugo Chávez su preocupación por la
paz en Colombia, además de desearle su pronta recuperación.
Manifestamos también que el elemental pero importante resultado debatido y
resuelto allí sobre la realidad de Colombia, que consiste en organizar una
delegación o comisión del Foro a nuestro país para comprobar la situación
política, las propuestas existentes y la forma de contribuir a las más sólidas
formulaciones de construir una paz basada en el diálogo y la justicia, es una
propuesta que directamente nos compete, así como al Congreso de los Pueblos, al
Polo Democrático, a Izquierda Liberal en Marcha y a otras expresiones sociales
y políticas que ha forjado y forjará con un horizonte de unidad el pueblo
colombiano. En dicha iniciativa de antemano nos comprometemos para su
concreción y frutos.
Agradecemos la reiterada solidaridad que tantas personas y organizaciones
han expresado hacia nuestra naciente formación, hacia el Congreso de los
Pueblos y otras, que hacen parte del tejido que ya existe y se está
fortaleciendo para la lucha por la dignidad y los derechos del pueblo y la
nación colombiana. Asimismo, saludamos el espíritu crítico y despierto que
levanta la voz de los pueblos y que resignifican los más costosos e
imprescindibles valores y principios de la izquierda para confrontar con
lucidez el actual estado de barbarie del mundo, en esta encrucijada de crisis
que trae consigo el capitalismo y la guerra.
* Ex senadora colombiana.
* * Vocero de Marcha Patriótica.