Por: Gonzalo Guillén
MIAMI.- Una cuñada y una sobrina del ex presidente
colombiano Álvaro Uribe Vélez fueron apresadas en Colombia con fines de
extradición a Estados Unidos, acusadas de tráfico de cocaína y lavado de
activos en sociedad con Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, mejor conocido como
“El Chapo Guzmán”, jefe del cartel mexicano de Sinaloa.
“El Chapo Guzmán” es el criminal más buscado por Estados
Unidos alrededor del mundo y se ofrece una bolsa de US$ 5 millones para quien
revele su paradero.
La cuñada de Uribe Vélez, Dolly Cifuentes Villa, apodada
“La Meno”, de 48 años de edad, es la madre de la también presa e imputada en la
misma causa Ana María Uribe Cifuentes, de 31 años. El padre de esta última,
hermano menor del ex presidente Uribe Vélez,
es el difunto agrónomo Jaime Alberto Uribe Vélez, quien fuera conocido
también como “Arepa” ó “El Pecoso”, con cédula de ciudadanía colombiana número
15367461. Murió de cáncer en la garganta
en Medellín el 24 de septiembre de 2001 y sus restos mortales hoy
reposan en un osario en la cripta de la parroquia de Santa Teresita, de
Medellín.
La extradición de Dolly Cifuentes Villa fue aprobada por
la Corte Suprema de Justicia de Colombia el 8 de febrero de 2012 pero fue
suspendida en mayo pasado por medio de una resolución del ministro de Justicia,
Juan Carlos Esguerra. No obstante, a la una de la tarde de este jueves se
reinició y la Presidencia de la República dijo que será extraditada la semana
entrante, posiblemente.
En cambio, una fuente autorizada del alto gobierno en
Colombia que pidió no ser identificada sostuvo que el paradero de la sobrina de
Uribe Vélez es desconocido a pesar de que se supone está presa en la cárcel de
Mujeres El Buen Pastor, de Bogotá.
El expediente de extradición de Ana María Uribe
Cifuentes, nacida en Medellín el 1 febrero de 1980, no aparece en la Corte
Suprema de Justicia de Colombia, donde debería estar radicado. Nadie tiene allí
una explicación, pese a que esta sobrina de Uribe Vélez fue arrestada
correctamente en Medellín por la Fiscalía General de la Nación con fines de
extradición y a instancias expresas del Gobierno de Estados Unidos.
Ambas mujeres pertenecen al clan familiar Cifuentes Villa
que, de acuerdo con la DEA, introdujo a Estados Unidos al menos 30 toneladas de
cocaína entre 2009 y 2011 y lavó dinero del narcotráfico en Colombia, Ecuador,
Uruguay, Panamá y México.
La Presidencia de Colombia dijo este viernes desconocer
el paradero de Ana María Uribe y tampoco tuvo una explicación al hecho de que
no aparezca su expediente de extradición.
El Instituto Penitenciario de Colombia, INPEC, no
respondió a este periodista un pedido de información sobre los antecedentes
carcelarios de Dolly Cifuentes Villa y su hija Ana María Cifuentes. Tampoco
indicó en qué cárceles se podrían encontrar.
Dolly Cifuentes Villa y su hija Ana María Uribe aparecen
en la “Lista Clinton” del gobierno de Estados Unidos. En ella, Washington
recoge los nombres de empresas y personas vinculadas al narcotráfico y el
terrorismo alrededor del mundo con las cuales los ciudadanos estadounidenses
tienen prohibido hacer negocios.
Los apresamientos fueron practicados por la Fiscalía
General de Colombia con la cooperación de la Policía Nacional y agentes
federales de Estados Unidos.
La extradición a Estados Unidos de Dolly Cifuentes Villa
fue aprobada por la Corte Suprema de Justicia de Colombia el 8 de febrero de
2012 pero solamente se podrá conceder cuando, en última instancia, la ordene
por decreto el Presidente de la República, Juan Manuel Santos.
La embajada de Estados Unidos en Ciudad de México indicó
que Ana María Uribe operaba con “los colombianos Mauricio Bárcenas Rivera, Omar
Mejía Zuloaga y el ecuatoriano-uruguayo Jesús María Castro”.
Jaime Alberto Uribe Vélez, el padre de Ana María, fue
apresado en 1986 por tropas de la IV Brigada del Ejército de Colombia porque
desde su radio-teléfono la inteligencia militar registró llamadas a Pablo
Escobar pero nunca fue juzgado por este caso.
Otro hermano de Uribe, Santiago Uribe Vélez, tiene
abierto un expediente en la Fiscalía General de Colombia. Es señalado de haber
organizado y liderado el escuadrón de la muerte conocido como “Los Doce
Apóstoles”, responsable de al menos medio centenar de asesinatos. El principal
testigo de cargo en este caso es el ex mayor de la Policía Nacional Juan Carlos
Meneses, quien ha confesado su participación en varios de los crímenes del
grupo paramilitar que tenía su base de operaciones en la hacienda “La Carolina”,
propiedad del ex presiente Uribe Vélez y sus hermanos.
Meneses y otros testigos que dicen haber pertenecido a
“Los doce apóstoles” sostienen que en aquella hacienda existen fosas comunes
con los restos mortales de víctimas de la organización.