Mientras mandaban coca a un capo mexicano, se codeaban
con la alta sociedad de Bogotá y Medellín.
Las llamadas telefónicas que salían periódicamente de
Medellín a uno de los teléfonos personales de Joaquín 'el Chapo' Guzmán dejaron
en evidencia el nexo entre el capo mexicano más buscado por Estados Unidos y un
clan paisa que se codeó con la alta sociedad bogotana y antioqueña: los
Cifuentes Villa.
'El Chapo' se comunicaba directamente con ellos para
afinar detalles de los envíos por el Pacífico, que superaban los 10.000 kilos
al año.
Hildebrando Cifuentes acopiaba la droga, su hermano Jorge
Milton, alias 'el Penúltimo', se encargaba de recibirla en México y Dolly
Cifuentes invertía las ganancias en finca raíz, ganadería, playas en islas del
Rosario y minas de uranio, entre otros cientos de negocios.
Para evadir la acción de las autoridades, el clan sobornó
a políticos y funcionarios. Pero también optó por montar una doble vida
financiera y social.
Con esta lograron llegar a empresas legales, diplomáticos
y miembros de la alta sociedad bogotana y paisa. Dolly (ad portas de ser
extraditada a EE. UU.) sostuvo una larga relación con Jaime Uribe Vélez,
hermano ya fallecido del expresidente Álvaro Uribe.
Mientras explotaban la imagen de empresarios sin tacha,
sellaban acuerdos con la 'Oficina de Envigado' para cumplirle la cuota de droga
al 'Chapo'.
A Hans Peter Knudsen, rector de la Universidad del
Rosario, otro de los Cifuentes (Mario) le ofreció dos tentadores negocios en
Bogotá y Medellín (un lote y una clínica). Y aunque no se concretaron, el
Rector terminó recomendándole al club El Nogal que le aceptaran su membresía y
la de la firma de combustibles y minería Disercom, donde alias 'Penúltimo'
figura como directivo.
"Él (Mario) me pareció un empresario transparente y
legal. Venía con las mejores referencias del sector constructor y de
combustibles", dijo Knudsen, quien voluntariamente le explicó a EE. UU.
que desconocía el nexo con la mafia.
Martha Medina, cónsul de Colombia en los Países Bajos,
también aparece referenciando a Disercom. Y otros tres socios del club
recomendaron el ingreso de Conusa, constructora que gerenciaba alias
'Penúltimo'.
"Presenté a Mario Cifuentes. Lo conocí porque él era
dueño del hotel Nueva Granada y me pidieron que le estructurara un negocio para
reactivarlo. Aunque no llegamos a ningún acuerdo, seguimos hablando de vinos y
golf. Él era muy conocido en el círculo empresarial. No tenía antecedentes,
solo un premio ecológico", dice Pedro Pineda, esposo de la cónsul, que
también prendió las alarmas de las autoridades cuando conoció los nexos de los
Cifuentes con la mafia.
En octubre del 2011, después de que 'Penúltimo' fue
incluido en la Lista Clinton y expulsado por las directivas de El Nogal, huyó a
México, donde goza de la protección del cartel de Sinaloa, la sanguinaria
estructura mafiosa del 'Chapo'. Su nexo con el capo es tan estrecho como el
cerco que la DEA y el FBI les vienen tendiendo para capturarlos.
'Siguen activos'
"Cifuentes es casi su sombra. Se podría decir que
donde está 'Penúltimo' está el 'Chapo'", aseguró uno de los oficiales de
inteligencia de la Policía que junto a la DEA desmontaron el poderoso entramado
económico del clan.
Pero autoridades federales dan por hecho que desde México
'Penúltimo' e Hildebrando siguen traficando. Se sabe que, para cumplirle la
cuota al 'Chapo' sellaron alianzas con las Farc e intentan reclutar pilotos,
tal y como lo hacía su cuñada Patricia Rodríguez Monsalve, extraditada hace 8
meses a EE. UU.
Rodríguez heredó los contactos y el poder mafioso de su
difunto esposo, 'Pacho' Cifuentes, asesinado en el 2007 por robarle una pista
al paramilitar 'don Berna'.
Hoy, Jorge Milton e Hildebrando son los únicos que tienen
orden de captura. Otros miembros de la familia -Héctor Mario, Teresa y Lucía-
están en la Lista Clinton, al igual que cientos de bienes que ya fueron
vinculados a procesos de extinción de dominio en Colombia.
Extinción
Esta es la millonaria fortuna de la red mafiosa
Más de 250 millones de dólares. Eso valdrían algunas de
las 400 empresas e inmuebles incautados por la Policía al clan Cifuentes en
operativos conjuntos con la DEA que se iniciaron en el 2010 y se completaron
esta semana.
Se les encontró desde una red de gasolineras en Chía
(Cundinamarca) hasta minas de uranio y coltán (Casanare), pasando por un tramo
de playa en las islas del Rosario, hoteles, acciones en empresas de aviación y
cientos de propiedades en seis departamentos. Sus tentáculos llegaron a España
y Panamá.
En solo cuentas bancarias tenían 150 millones de dólares,
además de 19 haciendas e inmobiliarias. Una de ellas (Punto Raíz) está afiliada
a la Lonja de Medellín, que estudia su expulsión. Buena parte de sus bienes
están en Valle, Antioquia, Bolívar, Cundinamarca, Casanare y Córdoba. Según la
Policía, esta fortuna se empezó a amasar en los 90, cuando Francisco 'Pacho'
Cifuentes, el mayor del clan, se convirtió en piloto de Pablo Escobar.
Luego de que el capo cayó, 'Pacho' Cifuentes se quedó con
las rutas a México y con la amistad del 'Chapo'. María Patricia Rodríguez,
esposa de 'Pacho', heredó su poder mafioso en el 2007, cuando este fue
asesinado por hombres de 'don Berna', su antiguo aliado. Patricia, conocida
como 'la Señora', empezó a reclutar pilotos y a coordinar con el 'Chapo' y sus
cuñados los envíos. En el 2010 fue capturada y extraditada a EE. UU., donde
ahora espera a su cuñada Dolly.
UNIDAD INVESTIGATIVA
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