EE. UU. mantuvo en secreto expediente para no alterar las
relaciones con Colombia.
Desde mayo, la Fiscalía de Estados Unidos decidió que iba
a 'graduar' a Mauricio Alfonso Santoyo Velasco como el primer general (r.) de
la Policía colombiana en ser requerido por nexos con narcotraficantes y
'paras'. (Lea también: El expediente del general (r.) al que vinculan con
narcos y Auc).
Recopilaron información en su contra durante más de
cuatro años y le entregaron el caso a Neil H. MacBride, un implacable fiscal
del estado de Virginia postulado por el gobierno Obama para manejar los casos
más sensibles en los que las autoridades federales tienen particular interés.
Cuando MacBride informó que ya estaba listo para ir ante
la Corte a formularle cargos por narcotráfico -en complicidad con la 'oficina
de Envigado' y las autodefensas-, recibió la instrucción de que el expediente
llevara el sello de secreto y se encriptara.
La razón: EE. UU. consideró que, al hacerlo público antes
de tiempo, podría afectar la relación diplomática con Colombia.
En la decisión pesó el hecho de que el imputado fuera un
general (r.) de la República. Pero también, que Santoyo se hubiera desempeñado
como jefe de seguridad del presidente Álvaro Uribe Vélez entre el 2002 y el
2006.
Además, se trata del único policía que ha logrado
volverse a poner el uniforme verde oliva tras haber sido fulminantemente
destituido por la Procuraduría acusado de realizar 1.500 interceptaciones
ilegales.
Pero la Fiscalía -en la administración de Luis Camilo
Osorio- lo absolvió (2003) y el Consejo de Estado revocó el fallo de la
Procuraduría.
En el entretanto, el Ministerio de Defensa lo restituyó
por decreto. Luego, con el apoyo del Senado, Santoyo fue llamado a curso de
general y recibió la estrella de manos del presidente Uribe.
'Recibió sobornos'
A pesar del hermetismo en torno a su caso, EL TIEMPO tuvo
acceso a su expediente el pasado martes y a la confirmación plena de los
cargos, hace 48 horas, cuando este diario los reveló.
El fiscal dice, inicialmente, que Santoyo habría recibido
sobornos del narcotráfico. Pero a lo largo de la acusación la gravedad de los
señalamientos va en aumento. MacBride asegura que entre el 2000 y noviembre del
2008, el oficial habría conspirado para favorecer a la mafia y que les
entregaba información de inteligencia sobre investigaciones y operativos que sirvieron
para asesinar personas.
En ese tiempo, Santoyo ya había pasado por la comandancia
del Gaula de Medellín.
Él y sus hombres lograron rescatar a 279 personas en
manos de grupos ilegales. Sus acciones le valieron 46 medallas y 101
felicitaciones. Luego se fue a comandar el Cuerpo Especial Antiterrorista
(Ceat), época en la que surgieron los primeros cuestionamientos.
Organizaciones de derechos humanos lo acusaron de
espiarlas ilegalmente y vincularon el hecho con los asesinatos de Ángel
Quintero y Claudia Monsalve, dos activistas del movimiento de familiares de
desaparecidos (Asfaddes).
En las investigaciones por los crímenes se detectó que
los teléfonos de las víctimas estaban 'chuzados'. Pero con las absoluciones de
la justicia, el oficial continuó en la Policía hasta cumplir 32 años de
servicio. Lo último que se supo de él es que había sido enviado a Italia como
agregado policial y que ahora gozaba de su pensión de general.
Hablan extraditados
Sin embargo, su nombre volvió a sonar en mayo del 2010.
En esa fecha, la Corte Suprema viajó a EE. UU. a recoger testimonios de los
narcoparamilitares extraditados.
Juan Carlos Sierra, alias el 'Tuso', aseguró que el
oficial les ayudó a aniquilar a la banda 'La Terraza', enemiga de alias 'don
Berna', cabeza de la 'oficina de Envigado'.
"Se combatió 'La Terraza' con la ayuda del Ceat,
comandado por Mauricio Santoyo. Él lo dejó cuando se fue a manejar la seguridad
del Presidente", dijo el 'Tuso'.
El viernes, fuentes del Gobierno colombiano confirmaron
que ya estaban enterados de la situación del oficial (r.) y de la posibilidad
de que en las próximas semanas sea solicitada su captura con fines de
extradición.
Este diario intentó localizar a Santoyo a través de su
familia, pero al cierre de esta edición no había respondido.
Los cargos en su contra
Apartes de la acusación contra el general (r.)
- Sabía e intencionalmente conspiró para traficar droga y
para ayudarles a organizaciones criminales a enviar varios cargamentos.
- Recibió sobornos y se alió con otros policías corruptos
para que la 'oficina de Envigado' y las Auc enviaran coca a EE. UU.
- Lo acusan de entregar información de inteligencia a
delincuentes, incluida alguna producto de interceptaciones ilegales.
- Se asegura que parte de la información que dio era
sobre competidores de la 'oficina de Envigado', que luego fueron asesinados.
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INVESTIGATIVA
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