Colombia ha sido un país que se ha visto afectado
por la corrupción y el conflicto armado, factores que han influido en
su desarrollo social, cultural, económico y político. Es importante
tener en cuenta que el conflicto colombiano es uno de los más largos
que se han presentado en la historia y que en ese sentido se ha
transformado y así mismo, los actores que en el participan han cambiado
su modus operandi a medida que pasa el tiempo.
De esta forma, se han visto permeadas hasta las instituciones que se
podría haber creído en algún momento, eran instituciones fuertes y
fiables por parte de la población.
Mientras las
guerrillas actúan en contra de los procesos electorales, intimidando a
la población, el actuar de los grupos paramilitares se enfoca en
permear tanto los procesos como las instituciones estatales por medio
del apoyo a los políticos, de quienes esperan a cambio el apoyo en
políticas o leyes que les favorezcan, lo que demuestra en gran medida
lo expuesto por Claudia López en el libro “Y refundaron la patria…” de
que estos grupos han contado con el apoyo de personas de “cuello
blanco” y de una gran estructura política para así promover sus
objetivos tanto a nivel nacional como territorial. Entonces, además de
los gobiernos locales, éste grupo insurgente ha permeado las
instituciones estatales más importantes del país como lo es el Congreso
de la República, en donde se evidencia el alcance de éstos en la rama
legislativa, que como se mencionó antes, responde a su ideal de
consolidar un objetivo político y económico para suplir los intereses de
las élites locales y nacionales.
En el 2002, los
congresistas electos tanto a nivel nacional como regional obtuvieron
el 34% de las curules, y en el 2006 casi todos ellos fueron relegidos,
manteniendo la misma representatividad dentro de la coalición de
Gobierno. En este sentido, el 39% de los senadores elegidos en el 2002 y
relegidos en el 2006 han sido investigados por parapolítica. Hoy, de
los congresistas elegidos para el período 2010-2014 hay 23 involucrados
en temas de parapolítica, de los cuales 17 son senadores de la
República y 6 son representantes a la Cámara, lo que indica que el 17%
de los senadores y el 6% de los representantes están involucrados en
éste tema.
Para entender el alcance de dicho
fenómeno, además de lo anterior, es necesario decir que desde 1995, en
total 144 congresistas se han visto involucrados en temas de
parapolítica, de los cuales: 62 ya han sido condenados, 47 están en
investigación preliminar y tan sólo 7 han sido absueltos.
Pero,
además de esto, 8 presidentes del Congreso de la República se han
visto implicados en el mismo tema, de los cuales hay 4 condenados;
Mario Uribe Escobar, Javier Enrique Cáceres, Miguel Pinedo Vidal y Luis
Humberto Gómez Gallo y tan sólo uno ha sido absuelto; Carlos García
Orjuela. Dilian Francisca Toro están en investigación preliminar y las
investigaciones por el tema de parapolítica hacia Nancy Patricia
Gutiérrez y a Juan Manuel Corzo, fueron archivadas. Esto es de suma
importancia para dar cuenta que las autodefensas no sólo se han visto
involucradas con congresistas, sino con los congresistas que se podría
decir, tienen una mayor influencia en el órgano estatal.
En 29 de los 32 departamentos de Colombia, lo que
representa el 91% de los mismos han presentado desde 1995 congresistas
involucrados con la parapolítica, sumándose a éstos la capital de la
República, lo que hace evidente el alcance a nivel territorial que ha
tenido el fenómeno de la parapolítica, ya que en sus inicios eran unos
pocos los departamentos permeados. Así, los departamentos que presentan
el mayor número de congresistas salpicados por este problema son:
Antioquia con 22, Córdoba con 18, Magdalena con 11 y Sucre con 10.
El
11 de marzo, un día después de las elecciones del Congreso de 2002, el
entonces comandante del Estado Mayor de la Autodefensas Unidad de
Colombia (AUC) Salvatore Mancuso, emitió un comunicado de prensa que
estremeció al país, el documento indicaba con respecto a los resultados
electorales “Podemos afirmar, en tal sentido y con los datos a la mano,
que la meta original del 35% ha sido largamente superada y constituye
un hito en la historia de las AUC”.
Esta
afirmación, sumada a los datos que se tienen hoy, puede arrojar
conclusiones como que fueron políticos de todas las corrientes políticas
los que se vieron afectados por el fenómeno de la parapolítica; de
derecha, centro y de izquierda, considerando el hecho de que un gran
número de congresistas cobijados por éste escándalo pertenecen a
partidos de la coalición uribista; de los 144 congresistas investigados
desde 1995, el 32% pertenecen a la misma y de los 23 elegidos para el
período actual (2010-2014), son el 43%. Es importante tener en cuenta
que el Polo Democrático Alternativo ha sido el único partido político
que no ha presentado personas involucradas en este problema.
En este sentido, los partidos políticos que han
tenido el mayor número de personas avaladas por ellos, relacionados con
la parapolítica, son en primer lugar el Partido Liberal Colombiano con
32 involucrados, seguido por Cambio Radical y el Partido Conservador
Colombiano con 24 cada uno, el Partido de la U con 22 relacionados en
esta problemática de índole nacional.
Así, se
puede ver el gran alcance que puede tener un conflicto armado y la
influencia que puede llegar a tener un grupo que lucha por unos
objetivos políticos y económicos específicos, sumándose esto a la sed de
poder que pueden llegar a tener, en este caso congresistas,
involucrando así la rama legislativa que constituye uno de los poderes
más importantes del país, en tanto es la que legisla y se supone a favor
y para el pueblo.
Semanario Virtual Caja de Herramientas, Bogotá, abril de 2012.
http://www.pacocol.org/index.php?option=com_content&task=view&id=12650
http://www.pacocol.org/index.php?option=com_content&task=view&id=12650