La Habana 30 de Abril de 2015
La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, abril 30 de 2015
Perfectamente sabe el Procurador que la
"política de guerra contra el narcotráfico" inspirada en Washington
fracasó. Tal afirmación no es un invento de la insurgencia, sino lo que
arrojan los estudios y conceptos de los especialistas más reconocidos.
Para el caso de Colombia, por ejemplo, si bien se han reducido los cultivos en algunas zonas,evidente es que se trasladaron a otros lugares, que la deforestación por su cuenta continuó y la productividad se elevó porque los nuevos sembradíos rinden tres y cuatro veces más que los antiguos. Obviamente, esto no beneficia a los pobres del campo que por necesidad se tienen que enganchar en el proceso, y de paso recibir el mayor peso de la represión gubernamental, pero sí aumenta las ganancias de los comercializadores y del sector financiero que es el mayor beneficiario de este enorme negocio capitalista.
Ordóñez conoce que más del 80% de las transacciones del
sector financiero colombiano están cruzadas por los dineros provenientes
de estos negocios, y que no son las FARC los que los manejan.
¿Será que no recuerda cómo se han financiado muchas de las campañas
presidenciales desde los tiempos de Julio Cesar Turbay Ayala, o no tiene
idea de que en Colombia existió una cosa para blanquear narco dineros,
que se llamó "la ventanilla siniestra del Banco de la República?
Si efectivamente ha habido una solicitud de suspender el uso de
glifosato por parte del gobierno en lo que concierne a la lucha contra
las drogas de uso ilícito, las FARC saludamos esta determinación, así no
haya surgido como producto de las conversaciones de La Habana, pues
está claro que en relación con tal asunto en específico, hay una
divergencia central con los delegados del Presidente Santos.
Públicamente se sabía que las FARC se oponían y se oponen al esquema
aspersiones aéreas-erradicación forzada, que lo que ha hecho es fumigar
un millón y medio de hectáreas, esparciendo el letal veneno hasta ocho y
diez veces, acabando con todo, y no por solicitud de Estados Unidos
sino del gobierno colombiano. Esto no ocurre en ninguna otra parte del
mundo.
Dentro de nuestra concepción de nueva política antidrogas, fundamentada en un enfoque de derechos humanos, la cual en gran medida ha sido acogida en el Acuerdo Parcial sobre
el cuarto punto discutido en la Mesa de la Habana, el esquema no es la
erradicación sino la sustitución voluntaria acompañada de proyectos de
desarrollo integral para las comunidades que son las protagonistas
principales de los procesos.
Bajo esta y otras consideraciones más profundas, las FARC pusieron
sobre la Mesa la preocupación ambiental y públicamente dijimos que
aunque coincidíamos con el gobierno en lo que respecta a "Lograr que el
territorio nacional esté libre de cultivos de uso ilícito", nos
diferenciábamos en que a tal propósito no se podía llegar de cualquier
manera ni a cualquier costo, sin mirar consecuencias. Por ello incluimos
el elemento ambiental, además de hablar del tratamiento con enfoque en
el respeto a los derechos humanos, la desmilitarización y eliminación
del trato represivo y punitivo a los eslabones más débiles de la cadena
que son los campesinos y población rural vinculada a cultivos, y los
consumidores.
Nuestra formulación en la Mesa fue: "Lograr que, evitando el
deterioro del medio ambiente, el territorio esté libre de cultivos de
uso ilícito", y la salvedad pertinente ligada con este planteamiento
expresa lo siguiente: "Las FARC-EP consideran que en desarrollo de los
lineamientos generales de la Nueva política antidrogas se debe proceder
con la suspensión inmediata de las aspersiones aéreas con glifosato, o
cualquier otro agente químico, y con la reparación integral de sus
víctimas.
Es extraño que el Procurador no entienda que lo que está en peligro
con la tozuda posición de continuar las inútiles pero dañinas
aspersiones aéreas de agente naranja, es el medio ambiente. Pensamos que
si de verdad quiere contribuir a La Paz de Colombia, lo cual se nos
presenta como bastante dudoso, debería propender por que el acuerdo
parcial de La Habana en esta materia, tome inmediata aplicación en el
territorio nacional, contando con que las FARC-EP tiene la absoluta
disposición para contribuir en la aplicación del mismo.
DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FARC-EP.